Hediberto Francisco
Pichardo Santos.MA.
El próximo 25 de
septiembre es una fecha histórica, pues un día como ese en el año 1963 se
produjo un hecho que ensombreció la aspiración del pueblo dominicano de tener
un régimen democrático luego del
magnicidio contra el autollamado padre de la patria nueva, Rafael Leónidas
Trujillo, suceso este ocurrido el 30 de mayo de 1961.
Sobre el derrocamiento del gobierno de Bosch se han
escrito muchos artículos, tratando con ellos de explicar las causas que
pusieron fin al primer ensayo democrático de la República Dominicana en el
siglo XX.
El golpe de Estado contra Bosch ha sido el último, no el
primero del siglo XX en nuestro país.
Aunque algunos expertos en el tema entienden que el
gobierno de los Estados Unidos, encabezado en aquel entonces por John F.
Kennedy fue el responsable de que se materializara este suceso, no es menos
cierto que este lamentable hecho también fue fruto del descontento de los
sectores de poder en la República Dominicana o como especialistas denominan
poderes fáticos: iglesia católica, empresarios, militares , terratenientes, sin
desconocer el rol a favor de esta causa que jugaron los sectores conservadores
de los Estados Unidos.
Un golpe de Estado es una interrupción violenta de un mandato o periodo de gobierno.
Juan Bosch, único dominicano, fundador de dos partidos
políticos: PRD y PLD, había fundado el primero junto a un grupo de exiliados
dominicanos opuestos a la dictadura de Trujillo (1930-1961) en La Habana, Cuba
en 1939.
Debido a la imposibilidad de que en la República
Dominicana se instalaran partidos opositores al régimen de Trujillo, por
factores que el amigo lector entenderá, el PRD no se instaló en el país, sino
hasta 1961 después de la muerte del tirano.
Juan Bosch obtuvo una aplastante victoria ante la unión
cívica nacional del doctor Viriato Fiallo, alcanzando cerca del 60% de los
votos emitidos.
Para la toma de posesión del nuevo gobierno que ocurrió el
27 de febrero de 1963, los senadores y diputados electos se constituyeron en asamblea constituyente y presentaron
al país la constitución de 1963, la más
avanzada y democrática que ha tenido nuestro país en toda su historia, solo comparada
con la constitución de Moca de 1858, elaborada por los revolucionarios cibaeños
que se revelaron contra Báez.
Algunos puntos establecidos en dicha constitución
perjudicaron los intereses de los sectores de poder de la República Dominicana.
Dicha carta magna estableció entre otras cosas: el derecho
a huelga a los obreros, a formar
sindicatos, a obtener beneficios de las ganancias de las empresas, la libertad
de enseñanza, una educación laica, libertad de cultos, igualdad de los hijos
naturales y legítimos, prohibió el latifundio y el monopolio entre otras
medidas muy revolucionarias y no aceptadas para esa época de entonces.
Todas estas disposiciones beneficiaban a los hijos de
machepa, como Bosch llamaba a los pobres y perjudicaban seriamente los
intereses de los tutumpotes o ricos.
Por otra parte, los militares mostraron su descontento
contra el presidente por la negatividad de este de aumentar el presupuesto para
gastos militares, lo que perjudicaba a los jerarcas de la cúpula militar.
A todo lo anterior debemos agregar que en el
régimen de Bosch se estableció la separación entre la iglesia católica y el
Estado, dejando de lado el concordato firmado entre el Vaticano y el régimen de
Trujillo en 1954, el cual establecía que la religión católica era la oficial en
el país. Así como también el hecho de que el gobierno decidió revocar o anular
el contrato de construcción de una refinería de petróleo que le había sido
adjudicado a la multinacional norteamericana Esso
No hay comentarios:
Publicar un comentario