Por
Stanislaw Peña
Escuchamos a través del programa “El
Desahogo” (Jueves 16 de julio), decir al locutor Fidias David Cuevas, que el
diputado peledeísta José Luis Cosme consideró con relación al problema haitiano
en nuestro país, que podría repetirse la experiencia de 1965. Es obvio que
plantear una afirmación de esa naturaleza es ponderar la posibilidad de una
intervención. Y no creemos que las condiciones actuales sean factibles para tal
acción. José Luis al parecer se basa en los planteamientos del representante de
la OEA.
Lo primero es que se trata de momentos
históricos y políticos muy diferentes. En 1965 la invasión la ordenó el
Presidente USA Lindon B. Johnson. Razones:
1-El temor de la instauración de un
gobierno comunista por causas que todos conocemos, y sobre todo porque estaba
bien fresca la experiencia de la Revolución Cubana y la Guerra de Vietnam.
2-Las desesperadas sugerencias de sectores militares recalcitrantes que sólo
perseguían intereses personales. Hubo otras causas pero esas fueron las
principales. Todo eso con el pretexto de proteger el perímetro de la embajada
norteamericana y proteger vidas de ciudadanos estadounidenses.
Al momento de la invasión, como lo cita
textualmente Frank Moya Pons en su Manual de Historia dominicana: “La acción
norteamericana había violado la carta fundamental de la OEA, al igual que la de
las Naciones Unidas”. La presencia de la OEA como organismo antagónico a las
fuerzas Constitucionalistas, que representaban al pueblo dominicano, toma fuerza a partir de una “solicitud” que
le hiciera el Gobierno de Los Estados Unidos a la OEA, para enviar una Fuerza
Interamericana de Paz a Santo Domingo, cuando, obviamente, ya la invasión se había materializado.
La “solicitud” fue aprobada por la OEA.
De esta manera, consideramos la tesis de nuestro amigo José Luis, como una
tesis sensacionalista inconexa a un hecho histórico que no admite una
connotación real.
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