Por: Nélsido Herasme
Históricamente las “Eras” que recuerda el pueblo
dominicano, fruto de la continuidad en
el poder de sus mandatarios, han sido dolorosas y amargas, las cuales
han dejado en las familias dominicanas gran estela de soledad y frustración.
Sus secuelas han sido de muerte, luto, sangre, cárcel,
llanto y corrupción. Tristemente recordamos las de Buenaventura Báez, Ulises
Hereaux (Lilís), Rafael Leónidas Trujillo y Joaquín Balaguer. En América Latina
tenemos muchos ejemplos. El propio presidente Medina es quién ha dicho que la
repostulación implica echar a un lado los escrúpulos.
Los que están detrás de la reelección y quienes
propiciaron eliminar el artículo 124 de la Carta sustantiva sépase que jugaron
con candela, la pagarán con creces, por lo que deberán prepararse para lo que
le espera.
En el PLD y en el gobierno hay dirigentes y funcionarios
que saben muy bien lo que significó para el país los Doce Años de Balaguer.
Con una nueva repetición del mandato morado el país
entraría en una era con ribetes neo-trujillista, la cual sienta un mal
precedente, permitiendo que sus acólitos le rindan pleitesía.
Expertos dominicanos y representantes de organismos
internacionales Expresan que el sistema económico de la nación esta permeado
por el narcotráfico, el desgaste del presupuesto oficial, con la peor crisis de
alimento y petrolera mundial, la corrupción ganando espacio, las drogas
campeando por sus fueros y funcionarios devengando salarios de lujos y exhibiendo con el peor desparpajo mansiones y
palacetes que se constituyen en burla y vergüenza para los pobres, a quienes
como reconocimiento a su miseria se les entrega una tarjeta para adquirir
algunos alimentos gratuitos.
Hay que recordarle a los auspiciadores de la reelección
que la seguridad nacional está en crisis, la cual se manifiesta en muerte,
deportaciones, drogas, delincuencia,
robos, atracos e intercambio de disparos por doquier.
A los que quieren seguir subido en el palo a costa de la
vulneración de la carta magna hay que decirles que los precios de la canasta
familiar experimentan alzas incluyendo
el pan que comemos cada día, mala calidad y altos precios en los servicios de
energía eléctrica, agua potable y salud, la educación formal se desarrolla con
todas las precariedades del mundo, con denuncias sobre la mala calidad del
desayuno escolar.
El gobierno peledeísta sigue sin prioridad y sin encontrar
la forma de cómo enderezar los entuertos del país y resolver los problemas
estratégicos de los dominicanos.
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