Hediberto Francisco Pichardo Santos.MA
La
civilización inca, que según Juan Bosch, en su obra: El Estado: sus orígenes y
desarrollo, recibió ese nombre de modo equivoco, debido a que en esa sociedad,
el inca era el nombre que recibía el emperador, esta considerada como la más
organizada de todos los pueblos precolombinos.
De la
misma manera que los mayas y los aztecas, los incas llegaron a alcanzar el
periodo posclásico, el de mayor desarrollo
de la historia de los pueblos indígenas de América.
En nuestro
estudio sobre la educación de los pueblos de la antigüedad, hemos podido notar
que la educación sistemática era exclusividad de las capas dominantes, mientras
que el resto de la población solo recibía la instrucción acerca de la función
que realizaba.
De igual
modo que los mayas y aztecas tenían escuelas diferentes de acuerdo al nivel
social del individuo, lo mismo ocurría en el pueblo inca.
En el
pueblo inca existieron dos escuelas: el yachuayhuasi, destinado para los
jóvenes de la nobleza y el acllahauasi, destinado a las mujeres elegidas.
Los
varones de la nobleza, iniciaban su
preparación en el yachayhuasi a partir
de los 13 años y la concluían a los 19 años. Una vez culminada esta
preparación, los jóvenes asistían a una ceremonia muy especial donde se
desarrollaban varias competencias, obtenían como premio el llevar la huara y
truza, una especie de señal de madurez y virilidad.
Como hemos
dicho que el joven noble ingresaba a su escuela especial o yachayhuasi a la
edad de 13 años, antes de cumplir esa edad, recibía la educación de su padre en
el hogar o en la comunidad o a ayllu.
El ayllu
era la unidad social y de producción de los incas, integrado por un conjunto de
familias que trabajaban las tierras.
La
educación en el hogar tenía como maestro a los padres y miembros más antiguos.
Se le daba una educación practica relacionados con la enseñanza de habilidades
para la agricultura, las artes, moral, religión, caza y pesca.
Dentro del
yachayhuasi, donde estudiaban los varones nobles, los profesores recibían los
nombres de amutas, que eran las personas mas capacitadas.
A los nobles
se les enseñaba el dominio de la lengua inca, el quechua, pero también debían
aprender gramática, retórica, poesía, teatro y música.
La escuela
para los nobles o yachayhausi estaban ubicada en el Cuzco, que era la capital
del imperio inca. Podemos puntualizar que desde la antigüedad hasta la
actualidad, los mejores centros educativos se construyeron en las grandes
ciudades o capitales.
En los
yachayhuasi egresaban o salían los políticos, sacerdotes, guerreros,
quipucamayo, que eran los que tenían por función traspasar la cultura inca a
los pueblos sometidos, lo que hoy llamaríamos transculturación.
En el caso
de las mujeres, las que eran elegidas estudiaban en los acllahuasi. Estas niñas
eran ofrecidas como tributo de su comunidad. Eran o preparadas para realizar
trabajos especializados, como la textilería y elaboración de la chicha que era
una bebida.
Cuando las
jóvenes que estudiaban en el acllahuasi concluían su preparación, que duraba
varios años, se organizaba una gran reunión donde se les preguntaban si querían
ser vírgenes del sol o salir y casarse con quien el inca ordenase.
Las
jóvenes que quisieran convertirse en vírgenes del sol o mamaconas, les
impartían conocimientos de economía domestica, arte culinario, tejido, costura,
horticultura, cría de animales, otras recibían conocimientos sobre el culto de
la religión idolatra de los incas.
Hemos
hablado de la educación de los jóvenes nobles y de las mujeres escogidas, pues
bien, el resto del pueblo, recibía su educación de parte de su familia y del
ayllu al que pertenecía.
Cuando se
estudia la cultura inca, es obligatorio referirse a los quipus que no era mas que el sistema para aprender
los números, contabilidad y estadística, pero también se fueron agregando
historia y estrategia.
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