Tony Pina
Si hay un veneno que mata al instante ese veneno se llama
xenofobia. Nadie con dos dedos de frente ha odiado nunca, y menos a ningún ser
humano.
No se debe odiar por el color de la piel.
Pero los dominicanos, que aún no sabemos de qué raza o
color somos a pesar de que tanto presumimos y hasta Trujillo trató en vano de
"blanquizarnos", nos retoza en la sangre el odio, la xenofobia, el
racismo y la bellaquería.
Nos creemos seres superiores cuando en realidad todavía no
superamos el analfabetismo.
A propósito de la migración haitiana y las inminentes
deportaciones, he leído horrores sobre el tema en las redes.
Un portal, ayer, se atrevió a escribir que los haitianos envenenarían
las aguas de los ríos en alegada represalia por las repatriaciones. Eso está en
las redes, y el que lo quiera leer que busque el portal acentodominicano.com
para que lo compruebe (aclaro que no se trata del portal acento.com que
prestigiosamente edita mi amigo Fausto Rosario).
Sólo lean, para que vean la basura, el veneno, que se
atrevió a publicar ese portal haciéndose eco de su irrespetado derecho a
informar con veracidad.
Algunos han ido más lejos. Por ejemplo, alguien colgó en
su muro que los haitianos buhoneros "se aprestan a envenenar" las
chucherías que venden en las esquinas.
Oh Dios!
Usted puede no querer a los haitianos aquí, pero de ahí a
expresarse así, con tanto odio y maldad, hay un gran trecho y de manera
criminal se atenta contra la humanidad.
No los quiera. Nadie está obligado a querer a nadie, ni lo
obligará a usted; pero no atice más el fuego.
Ya lo he dicho muchas veces: estas redes en manos de
ignorantes nos llevarán derechitos al abismo.
Y siendo una 'partia' de estúpidos, de analfabetos, que no
vamos a la escuela ni matándonos, ojalá y usted los viera... de presumidos.
(Tony Pina).
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