Washington, 21 abr (EFE).- El impacto del alcoholismo en
la fusión de las mitocondrias de las células, contribuye al debilitamiento de
los músculos, según un estudio encabezado por la bioquímica chilena Verónica
Eisner y publicado hoy.
La debilidad muscular es un síntoma común tanto de las
personas que han sido alcohólicas durante mucho tiempo como de los pacientes
con enfermedad de las mitocondrias, los orgánulos celulares que suministran la
mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular.
En un artículo que publica hoy la revista Journal of Cell
Biology, Eisner, de la Universidad Thomas Jefferson, y sus colegas describen un
eslabón común en ambas condiciones: mitocondrias que no pueden repararse.
Las mitocondrias reparan sus componentes rotos
fusionándose con otras mitocondrias e intercambiando sus contenidos. En este
proceso las partes dañadas se separan para un reprocesamiento y son
reemplazadas por proteínas de la mitocondria sana que funcionan de manera
apropiada.
El tejido muscular depende constantemente de la energía
que proveen las mitocondrias, lo cual hace que la labor de reparación sea una
necesidad frecuente.
Pero como las mitocondrias están muy apretadas entre las
fibras de células musculares, la mayoría de los científicos creía que la fusión
de mitocondrias era imposible en estos tejidos.
Eisner creó un sistema para "etiquetar" las
mitocondrias en los músculos de esqueleto de las ratas de laboratorio con dos
colores diferentes y luego observó si se combinaban.
Según el artículo, Eisner primero creo un modelo de
estudio con ratas cuyas mitocondrias expresaban el color rojo en todo momento,
y también mediante ingeniería genética hizo que las mitocondrias en las células
se tornaran verdes cuando eran alcanzadas por rayo láser.
De esta forma creó cuadrados de mitocondrias verdes
brillantes sobre un fondo rojo.
Sorprendentemente las mitocondrias verdes se combinaron
con las rojas, intercambiando sus contenidos, y también fueron capaces de ir a
otras áreas donde sólo había antes mitocondrias de color rojo.
"Los resultados mostraron por primera vez que la
fusión de mitocondrias ocurre en las células musculares", indicó Eisner.
Luego el equipo investigador encabezado por Gyorgy
Hajnoczky, director del Centro MitoCare en Jefferson, demostró que de las
proteínas en la fusión de mitocondrias denominada Mfn1 era la más importante en
las células de los músculos del esqueleto.
Los científicos observaron que la abundancia de Mfn1
disminuía hasta un 50 por ciento en las ratas con una dieta de contenido
alcohólico regular, en tanto que las otras proteínas en la fusión no se
alteraban.
Esta disminución apareció acompañada con una reducción
sustancial de la fusión de mitocondrias, y los investigadores relacionaron la
mengua de la Mfn1 y la fusión de mitocondrias con el aumento de la fatiga
muscular.
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