MARGOT DA VARA/Pekín/El Pais
Zhang Shuxia, de 55 años,
obstetra en un hospital en el condado de Fuping en la provincia de Shaanxi, al
noroeste del país, había dicho a los padres de los niños que tenían
enfermedades congénitas graves y les había convencido a abandonarles, según la agencia oficial Xinhua.
La Corte Popular Intermedia de Weinan, ante la cual ha aparecido
Zhang hoy, la ha declarado culpable de tráfico de bebés y condenado a muerte
con una suspensión de dos años, que en China, generalmente significa que se
convertirá en una cadena perpetua al cabo de los dos años.
Zhang ha vendido siete bebés a
traficantes que revendieron los niños a precios más altos en el este y centro
de China entre noviembre de 2011 y julio de 2013. Seis de los siete bebés que
Zhang había secuestrado han sido rescatados por la policía y están de vuelta
con sus padres, informa Xinhua, pero un niño que fue vendido en abril por 1.000
yuanes (120 euros) está muerto.
El caso de Zhang, la ha
expuesto como el centro de una red de tráfico infantil activo a través de al
menos cuatro provincias, según el periódico estatal People's Daily.
La trata de niños es un
problema afianzado en China, donde hay un mercado clandestino de trabajos
forzados y prostitución, a pesar de sanciones legales estrictas como la pena de
muerte. El año pasado, la policía descubrió 1.868 casos de trata de niños y
4.760 casos de trata de mujeres, según el diario China Daily.
El tráfico de niños se ha
convertido en algo tan común que existenservicios en línea como Baobei Huijia, o bebé vuelve a casa en
chino, que reúnen a niños secuestrados y perdidos con sus familias.
En julio, Zhang fue
denunciada a las autoridades locales por unos padres a los que Zhang no quería
devolver el bebé. La médico les había dicho que su hijo recién nacido había
contraído la sífilis y la hepatitis B de la madre y que no podría sobrevivir,
según el China Daily. Zhang se negó a dar el bebé a la pareja, que se fue a
otro hospital, donde los resultados de las pruebas mostraron que la madre no
estaba enferma. La policía descubrió, gracias a videos de vigilancia, que Zhang
se había llevado al bebé del hospital. Vendió el bebé por 21.600 yuanes (2.600
euros) a un traficante de una provincia cercana, que revendió el niño por
59.800 yuanes (7.200 euros), según Xinhua.
Sospechosos relacionados
con el caso fueron detenidos en al menos cuatro provincias, informa Xinhua. El
presidente y dos altos cargos del hospital y tres funcionarios condados también
fueron despedidos.
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