Por Pedro Alvarez
Nueva York, EE.UU.-
Siempre se ha considerado que la política y el béisbol son las pasiones
de los dominicanos, sin importar el lugar donde se encuentren, siendo la
primera variable en ultramar mientras que la segunda es invariable en su
comportamiento.
Hemos observado que los dominicanos en el exterior
participan apasionadamente de la política, pero no ejercen el voto apasionado
como lo hacen en la República Dominicana.
En la pasada primaria demócrata, celebrada el pasado 10 de
septiembre, disputamos como candidato a concejal por el Distrito 16 de El Bronx
en esta ciudad en contra de Vanessa L. Gibson, Dary L. Johnson, Naaimat Muhammed,
Carlos M. Sierra, Bola Omotosho y Carlton Berkley, donde quedamos en segundo
lugar.
Dicho distrito es considerado uno de los más pobre en todo
los Estados Unidos, y donde tienen derecho al voto más de 15 mil dominicanos; sin
embargo, cerca del 80% de los dominicanos no ejerció el voto, resultando como
ganador la afroamericana Gibson.
La baja participación en las primarias pasada refleja la
falta de interés y los dominicanos deben saber que su representante politico, no
importa de que Distrito o partido, es la persona llamada a resolverle o
ayudarle en los problemas de viviendas, salud, justicia y policial, entre otros.
La ciudad de Nueva York es el hogar de 2.5 millones de latinos, quienes conforman el
32% de su población y entre esa cantidad hay que incluir cientos de miles de
quisqueyanos.
El poder de una comunidad, y su capacidad de exigirle a
sus funcionarios públicos, está directamente vinculada al número de votos que
emiten el día de las elecciones, y sin esta voz colectiva, una comunidad puede ser
fácilmente marginada por la clase política.
Los dominicanos deben participar en el sistema democrático,
votando para lograr un cambio en el liderazgo que refleje mejor sus prioridades
y valores. La mayoría ha respondido quedándose callada y permitiendo que el
estatus quo continue.
Lo mismo pasó en la elección presidencial dominicana
celebrada en mayo de 2012, que de 325,952 dominicanos inscritos en ultramar
para votar, solo 146,013 lo ejercieron y 179,939 se quedaron en sus casas; teniendo
Estados Unidos 224,551 registrados y solo votaron 106,141, con 118,041
abstinencia, y Nueva York no fue la
excepción, porque de 103,337 registrados solo votaron 49,683, quedándose sin
ejercerlo 53,654.
Los dominicanos debemos votar masivamente en el exterior
cuando nos toque nuevamente, y si es por un dominicano mas, para tener el poder
y exigir cuando tenemos que exigir.
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