INFLUYÓ CONFLICTO DE WESOLOWSKI CON EL ARZOBISPO DE SAN
JUAN, PR
Por Fernando Quiroz/Listin Diario
Santo Domingo.- El ahora Papa Emérito Benedicto XVI
desestimó viajar a la República Dominicana en el 2011 para conmemorar los 500
años de la erección de las primeras diócesis de América, porque si lo hacía
tenía que incluir también a la vecina Puerto Rico, donde en esos momentos
prevalecía un tira y afloje entre el arzobispo de San Juan y el nuncio
apostólico Józef Wesolowski por el intento de designar una de las capillas de
la catedral puertorriqueña con el nombre de “Altar de la Patria”, en clave
independentista, dijeron fuentes eclesiásticas locales.
El promotor de la idea de crear el “altar nacionalista”
fue el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, pero el nuncio Wesolowski
(ahora suspendido), no la compartía, y se entendía que si el entonces Papa
Benedicto XVI viajaba a la isla, después de hacerlo en Santo Domingo,
produciría fricciones con los Estados Unidos, que tiene a Puerto Rico bajo una
categoría de Estado Libre Asociado.
Lograr que el Papa Benedicto bendijera esa capilla o
“altar de la Patria” expondría a la Santa Sede, se asumía entonces, a las
puertas de un conflicto de naturaleza política y diplomática con los Estados
Unidos, según las fuentes.
Para evitarse este conflicto, la Santa Sede decidió que
era preferible que el Pontífice no fuera a ninguna de las dos capitales
caribeñas, aunque sí realizó su viaje apostólico, en el año 2012, por México y
Cuba, según datos que han salido a relucir ahora que Wesolowski ha sido
retirado de su puesto en República Dominicana y concurrentemente en Puerto
Rico.
En esos momentos, Wesolowski mantenía una línea de ataque
al arzobispo de San Juan, no solo porque estaba animando la idea de fomentar el
independentismo de la isla, sino porque entendía que el prelado boricua había
incurrido en faltas graves, y esto hizo que se originara una soterrada pugna
entre ambos sacerdotes de la que finalmente salió victorioso el arzobispo
González Nieves.
A la posibilidad de venir a la República Dominicana que le
mencionó el entonces presidente Leonel Fernández (tal como lo reseñaron el
LISTÍN DIARIO y otros medios dominicanos), el Papa indicó que la posibilidad de
visitar el país dependería de sus condiciones de salud, si bien no dijo ni que
sí ni que no, pero alegó que ya pasaba de los 80 años de edad y sería un viaje
muy largo. Eso fue el 21 de mayo del 2010 en Roma. Dos años después Benedicto
XVI, en marzo 2012, estuvo en México, primero, y luego en Santiago de Cuba.
Es un dato que indica que ni salud ni fatiga le
impidieron, dos años más anciano, viajar a América y el Caribe.
Una nota aparecida en el Vatican Insider, el pasado 4 de
mayo, escrita por Andrés Beltramo Álvarez, ilustra la naturaleza del conflicto
que enfrentaba al arzobispo puertorriqueño y al destituido nuncio en
Dominicana.
Dice así: “Sometido a múltiples acusaciones, Roberto
González Nieves ya fue investigado por un visitador pontificio.
En Roma le pidieron que presente su renuncia, pero él no
piensa dejar su puesto.
Sostiene su inocencia y está dispuesto a comprobarla”.
“Desde hace varios años El Vaticano mantiene un estire y
afloja con el prelado. El prefecto de la Congregación para los Obispos, Marc
Ouellet, quiso cortar por lo sano el 15 de diciembre durante una reunión en la
cual participó también su secretario Lorenzo Baldisseri. Un encuentro que
terminó siendo áspero, tenso. En esa oportunidad el purpurado sugirió a
González Nieves que era hora de dar su dimisión y buscar otro puesto en la
Iglesia”.
“¿La respuesta? Una larga carta en la cual el acusado se
defiende de cada uno de los señalamientos. Fechada el 20 de febrero y dirigida
al propio Ouellet, la misiva puso por escrito toda la rabia del arzobispo”.
“El texto, de seis páginas, reveló las cuatro acusaciones:
proteger a sacerdotes pedófilos, haber realizado una investigación contra el
presbítero Edward Santana sin jurisdicción para ello, haber propuesto las
‘residencias compartidas’ y la promoción de un ‘altar de la patria’ en su
catedral”.
“González Nieves tiene defensores y detractores por igual,
tanto dentro como fuera de Puerto Rico. Su primer crítico es el delegado
apostólico Józef Wesolowski, que durante meses ha presionado para su destitu-
ción. Su labor provocó que la Congregación para el Clero ordenase una visita apostólica,
una auditoría encargada al arzobispo ecuatoriano de Guayaquil, Antonio Arregui
Yarza. Un procedimiento iniciado el 25 de octubre de 2011 y todavía en curso”.
“Simultáneamente la Congregación para el Clero solicitó a
la Doctrina de la Fe información relacionada con diversos casos de supuestos
abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes de la arquidiócesis.
Pero, según pudo confirmar el Vatican Insider, ese
dicasterio no identificó irregularidades en la actuación de González Nieves”.
“Otros dos puntos lo pondrían en entredicho. El primero es
su propuesta de las llamadas ‘residencias compartidas’: una ley que tutele la
convivencia de las parejas formadas por personas del mismo sexo (homosexuales o
no), que garantice sus derechos de herencia, visitas hospitalarias y acceso a
planes médicos, pero sin equiparar sus uniones al matrimonio o al concepto de
familia”.
“El segundo corresponde al ‘altar de la patria’, el título
dado a una de las capillas de la catedral y que ha desatado apasionadas controversias.
Puerto Rico es un territorio libre pero asociado a los
Estados Unidos. Sus políticos se dividen entre quienes quisieran una autonomía
total y quienes desean seguir anexados a la unión. En este contexto muchos
consideran que el altar es la prueba concreta del involucramiento político
‘independentista’ del arzobispo”.
“Aunque en Roma le pidieron mantener estricta
confidencialidad, él decidió confiar sus problemas a varios clérigos de alto
nivel. A sus compatriotas puertorriqueños Félix Lázaro, de la diócesis de Ponce
y a Álvaro Corrada del Río. Además de los cardenales Bernard Law, William
Joseph Levada, Sean O’Malley, Oscar Rodríguez Maradiaga y Timothy Dolan”.
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