Por: Nélsido Herasme
Hoy, los peledeístas, los que están dentro y fuera del
gobierno, con el poder concentrado en sus manos, se despachan con la cuchara
grande, por eso se mofan de la oposición, de la sociedad civil y del pueblo en
sentido general. Pero todo ello será hasta un día, porque dice un viejo refrán
que “a todo puerco gordo le llega su San Martín.
Unos, con altas tazas de rechazo, salieron del gobierno,
pero con un alto control de la justicia, la que hoy sirve de retranca para
conocer actos bochornosos de corrupción, abusos de poder e indelicadezas;
otros, apoyado en el escudo mediático, venden al mundo la idea de que todo anda
bien y mejorando, cuando en la realidad es todo lo contrario.
Los tribunales, mareados por la facción saliente del
gobierno, no quieren tocar a Leonel Fernández ni con él pétalo de una rosa
perfumada. Prueba de ello es el archivo definitivo de expedientes de la Sund
Land, los que incriminan a Leonel y a su esposa, Margarita y las ganancias de
causa a favor del ex presidente del PRD, impidiendo con ello el fortalecimiento
del partido más grande y fuerte de la República.
Hay que recordarle a los peledeístas que la historia
política vernácula recoge momento de divisiones, fragmentaciones y salidas
abruptas de dirigentes de su organización.
Echemos un vistazo al pasado y recordemos la expulsión, un
años después de la creación del PLD, de su primer secretario general Antonio
(Tonito) Abreu y más tarde a Juan Bosco Guerrero, José Antinoe Fiallo Billini y
Rafael Alburquerque. Esta fresco en las mentes de muchos el histórico “mitin de
los encapuchados”, a principio de los 80s, en el palacio de los deportes, de la
capital, encabezado por el tres veces candidato vice presidencial del profesor
Bosch.
Puntualicemos la crisis que se llevó a los doctores Juan
Bosco Guerrero, fundador en la UASD, del Frente Estudiantil de Liberación
(FEL), de José Antinoe Fiallo Billini, director de la revista “Teoría y
Acción”, de Max Puig. Mas tarde el vendaval que cargo con Nélsida Marmolejos,
Vicente Bengoa, Rafael espinal y una
rumba de dirigentes y cuadros intermedios. De crisis peledeístas vimos salir al
Partido de la Unidad Democrática (UD), Partido Bochista Dominicano PBD),
Alianza por la Democracia y el Partido del Pueblo Dominicano (PPD), todos,
fruto de divisiones y luchas internas, sin que nadie haya tenido que
intervenir.
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