Por Milton Olivo
Ciertamente es difícil ser un ciudadano comprometido con
su sociedad, luego de tanta frustración y engaño por parte de la clase
política, el asunto es, que a pesar de todo, la patria sigue siendo el hogar de
todos.
Y solo debemos mirar hacia atrás en búsqueda de
experiencia para no volver a cometer los
mismos errores.
La verdad es que
vivimos la dictadura de la IMPUNIDAD, ella controla el PODER JUDICIAL y el
PODER LEGISLATIVO.
Por desgracia las cosas no son como uno quiere que sean,
ni cómo deben ser, son como son. Y ese es el poder de la realidad.
La única salida para restablecer el equilibrio perdido a
partir de la llegada de Colon, que el rescatar la soberanía del pueblo, es mediante
la participación de la sociedad.
El peor individuo, el
cobarde de estos tiempos, es el
indiferente social, el que no participa. Que al no ser parte de la solución, se
convierte automáticamente, en parte del
problema.
Solo una comunidad de ciudadanos conscientes, militante,
puede revertir la situación.
Porque si vemos bien, exceptuando los Congresistas y los
miembros del Poder Judicial que se han
puesto al servicio de los beneficiados por la corrupción y la impunidad, el resto de la sociedad sufre esta
situación.
¿Qué quienes sufren? Los miembros de las Fuerzas Armadas,
de la Policía Nacional, al igual que los
empleados públicos de abajo; con Salarios de miseria.
El pueblo recibe pésimos servicios; los Jóvenes sin oportunidades de empleos,
los ancianos, niños y madres solteras sin asistencia especializada; y un desempleo casi generalizado.
De manera que no hay razón para ser indiferente. Como Ciudadanos tenemos que tener el valor y
la disposición de salir a las calles a apoyar lo que está bien, pero también a
rechazar lo que está mal.
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