Orlando Gil/Listin
Diario
NI MUSULMANES NI
CRISTIANOS.-
La lucha de los perredeístas es de herejes y ateos que no
se dan tregua ni siquiera en Navidad. Los mulsumanes y los cristianos, cuando
se enfrentan, hacen un alto para estas fechas, aun cuando Mahoma no nació 24 de
diciembre ni en la época de Jesús. Lo cortés, se dice por estas tierras, no
quita lo valiente.
La cortesía, sin
embargo, no existe entre perredeístas.
Hipólito Mejía se sirvió con la cuchara grande en la
víspera, y Miguel Vargas anuncia que le contestará con cuchillo de palo. De
manera que ninguno se recoge y los dos andan detrás de un desenlace. Pues las
revelaciones de Mejía fueron como el “topao” de muchachos, y lo que sigue no
pueden ser más que puñetazos de hombre. ¿Por qué Mejía provocó a Vargas en este
tiempo y no se guardó las ganas para enero? Se vio que el mundo no se acabó de
acuerdo al calendario maya, por lo que sí habrá mundo para rato, todo podía
posponerse para un mejor momento. Las oportunidades –dicen– son calvas, y Mejía
entiende que no debe desaprovecharlas.
El pronóstico, por
tanto, es de tormenta…
LOS WIKILEAKS DE
HIPÓLITO.-
La comparecencia de Hipólito Mejía a un programa de su
preferencia, fue como un wikileak: indiscreto y sabroso. La gente se preguntaba
que cómo era que los jefes de tendencias del PRD no habían llegado a un acuerdo
durante la pasada campaña electoral, que permitiera participar a ambos en la
contienda como hermanos reconciliados. Ahora Mejía pone sobre el tapete
razones, que son las suyas hasta que Miguel Vargas las apruebe o rechace. Sin
embargo, queda claro que no hubo traición ni venta. Simplemente no llegaron a
entendimiento, aun cuando lo intentaron. Incluso, este es el punto crucial.
Buscaron un pacto, y este no se dio. Los perredeístas pueden ahora cerrar la
boca, y hacerlo pronto, antes de que se les llenen de moscas. Mejía y Vargas no
son malos perredeístas, sino peores negociadores. Aun cuando uno y otro son
empresarios y están acostumbrados a discutir términos y avenirse con el
cliente. ¿Quién fue cliente de quién, Vargas de Mejía, o Mejía de Vargas? Llegó
la hora del destape y ambos deberán dejarse ver los calzoncillos…
CON REGATEO Y
VENTAJAS.-
Miguel Vargas proclamó un nuevo PRD, que ahora resulta no
fue tan nuevo si incurría en las sabias prácticas del pasado, en que nadie
salía perdidoso, y en cada contienda a las partes les tocaban canastas, y bien
surtidas. No solo con uvas y manzanas, sino hasta con coquito. E incluso, con
bonos. Que es la última modalidad del clientelismo político, que todos
denuncian, pero todos –por igual-- aprovechan.
La cuestión, vista de esta perspectiva, no era tan
difícil, y menos imposible de solución. Si el problema del PRD no es de
resentimiento ni de odio personal entre Mejía y Vargas, como se pensaba, ni de
traición como acusaban los parciales del ex presidente, sino el fracaso en una
negociación, con retomarla y llevarla a feliz término, todo se resuelve.
No es cuestión de nobleza, ni de ser más vivo el uno que
el otro, sino de ser realistas, y no pedir más de la cuenta, ni conceder más de
lo debido.
Pero para que eso ocurra, debe cada cual hacer lo que hace
tiempo aconsejé: desahogarse al máximo. Lo que falta, falta, y es mentarse la
madre…
A CONFESIÓN DE
PARTE…-
La declaración de Hipólito Mejía de que no hubo acuerdo
con Miguel Vargas porque no consintió con que fuera presidente hasta el 2017,
es la mejor evidencia de que el PRD es un objeto que se negocia, y que el
problema es de postor.
De lo que se pida y de lo que se esté dispuesto a dar.
Mejía estuvo de acuerdo en negociar con Vargas, solo que no aceptó sus
términos. Tal vez si Vargas no hubiera sido tan goloso, y se hubiera conformado
con hasta el 2013, o el 2014, la transacción se da. Sin embargo, queda lo
principal, lo importante, lo decisivo. Si Vargas pidió lo que se dice que
pidió, significa que considera a Mejía un padrino que da la bendición o la
niega. Y si Mejía estuvo en ánimo de discutir la presidencia del partido, no
cree lo que proclama en ocasiones.
De que el PRD no es suyo, ni de Vargas, ni de nadie. Solo
de las bases del partido. Que es el mayor de los engaños, o de la simulación, o
de las imposturas.
Vargas deberá responder a Mejía, pero que no lo haga con
nota de prensa, sino compareciendo a un medio que sea de su gusto, y que haya
escrutinio verdadero. Es bueno que cese el juego y que la verdad aflore y se
imponga…
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