DE MERENGALA
Se hace difícil a veces encontrar el alma de los ríos.
Cada río tiene su historia, su leyenda, algo que contar en
sus silente o rumoroso trayecto.
El Missisipi, norteamericano..
El Tamesis, inglés,
El Ganges, en la India,
El Sena, en Paris..
El Amazona, en Suramérica...
El Río Manzanares, al que tanto le cantó el negro Rolando
Laserie.
Particularmente tengo una fascinación por los ríos.
Tan grandiosos en su portentosa presencia y en su
discurrir.
En sus aguas verdes, azuladas, o achocolatadas por el lodo
que arrastan cuando está lloviendo.
Lamentablemente nos vamos quedando sin ríos para reir...
Los malvados nos están dejando pequeños caños contaminados, con cauces depredados
que después de las honras fúnebres tendremos todos que llorar y lamentar, con
las clásicas expresiones de los velorios de pobres, donde nunca falta un grito
lastímero resaltando “lo bueno que era”...y preguntando “por qué murió”, si se
veía "tan joven y en salud"...
Es tan soberanamente maldito lo que están haciendo, que el
poeta tendrá que buscar otro lugar para descargar...
No es posible tanta maldad,
Y que tanta gente se esté haciendo de la vista gorda
cuando ve pasar el cortejo fúnebre de los ríos....
(Publicado el 21 de septiembre del 2010, y que repetimos
porque sigue siendo un tema tan vigente).
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