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Félix del Rosario: Su aporte musical

martes, 30 de octubre de 2012

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com


Por Juan Colón
Cuando apenas empezaba el apogeo del merengue de combo,  con  Johnny Ventura y una que otra agrupación en el mercado, sale un grupo con una formación totalmente diferente y unos colores musicales únicos.
Félix del Rosario, nativo de San Francisco de Macorís, nacido en el 1934, emigró joven a la Capital,  ingresa a la Banda de la Marina de Guerra y llegó a ser oficial de la institución.

Recibe formación de los maestros Ismael Simó y Mamerto Didiez.
Desde muy temprano mostró inclinaciones por la música de los músicos, el jazz,  y más tarde por el bossa nova. Es ahí que manifiesta inclinación por la improvisación.
En 1953 este gran músico adquiere notoriedad con la Orquesta de Antonio Morel y l arregla una canción americana famosa por esos años, adaptándola al merengue, “Skokian”, ese mismo año deja la orquesta de Morel y busca nuevos horizontes, trabaja con Amado Vásquez, Agustín Mercier (pianista cubano) y Rafael Solano.
Formó un grupo que tocaba en el Restaurant Europa frente al Parque Independencia, de ahí nace esta historia en el año 1964. Entre sus músicos estaban, Antonio Peña, Papito Bazán, Quico Marcano, Manuel Perdomo y Frank Cruz.
Félix del Rosario y Los Magos del Ritmo, este grupo inicia una etapa de calidad más que todo, y luego obtiene alta popularidad por espacio de unos veinte años.
En tiempos dominados por Johnny Ventura, sus trabajos fueron bien aceptados, y muchos se convirtieron en merengues por excelencia, por ejemplo: Papá Bocó, San Antonio, Víctor y Memelo y Mal Pelao,
También,  pegó las guarachas: Vista Clara, Cármen (guaracha mezclada con latin jazz). En esos años no se conocía el vocablo “Salsa”. Además, popularizó boleros, todos con una calidad musical incuestionable. Todos vocalizados por Frank Cruz y el Negrito Macabí.
Rompió los esquemas en cuanto a la formación musical de los grupos los cuales alineaban por tradición dos saxos, dos trompetas y un trombón.
La formación de esta agrupación fue solo dos saxos. Se apoyaban en  la destreza de El Manso, quien tocaba el Saxo Alto y el Barítono, y el maestro Félix quien tocaba La Flauta, El Vibráfono,  y su instrumento principal,  el Saxo Tenor.
Fue el arreglista de todos los temas del repertorio de su agrupación y con ese sello único pudo permanecer en el ambiente. Nadie al escribir sobre los grandes del merengue puede omitir a este genial músico y  a su agrupación.
A finales de los años setenta la agrupación Los Magos del Ritmo experimenta una caída vertiginosa, y casi desaparece. Su poder de convocatoria se vio muy afectado y esto motiva desintegrar el grupo.
Más tarde formó la banda All Star Band con Nicky Soul como solista y con muchas influencias del jazz band, pero obtiene resultados catastróficos. Luego en la década de los ochenta,  emerge de nuevo con su antigua agrupación Los Magos del Ritmo.
Con gran influencia jazzística en su forma de arreglar y tocar sus instrumentos. Amante de la improvisación, lo que manifestaba en muchísimas ocasiones al crear temas donde destacara como solista.
Al escuchar sus grabaciones hoy día, se siente incuestionable calidad musical. Su profesionalidad  fue su sello principal.
Acompañado de Frank Cruz y el Negrito Macabí crean la gran combinación que dio lugar a Félix del Rosario y Los Magos del Ritmo con una discografía bien amplia.
Esta agrupación tuvo un lugar muy especial dentro de los grupos y del medio artístico; cuando se hablaba de calidad musical, Los Magos del Ritmo tienen su lugar.
La humildad del maestro fue tal, que ya siendo un consagrado y respetado músico le lleva a ingresar al Conservatorio Nacional de Música para obtener su diploma como graduado de esta institución.
Félix es ejemplo de tenacidad, dedicación, constancia, perseverancia y dignidad musical.
Mantuvo su posición sin tener que doblegarse ante el inminente cambio que se avecinaba y determinaba que  ya  no solo iba a ser tomado en cuenta por calidad, sino por cuanto podía pagar si quería seguir sonando. Su dignidad prevaleció hasta el retiro.
Fue mi inspiración en los años de juventud,  donde necesitaba seguir a un ídolo. Tuve el privilegio de sustituir al “Manso” Manolo en algunas ocasiones,  y tocar por varias semanas.
Del Rosario fue responsable directo de llevarme por el camino de la improvisación y a seguir su molde, llegando con el tiempo a ganar su amistad.
Escribir de sobre este genial músico es algo muy difícil porque sus cualidades humanas, aunque uno no quiera te obligan, a resaltarlas. Mostraba un total desprendimiento cuando tenía que dar algún tipo de ayuda en algo específico.
Su gran aporte musical ha sido ni más ni menos que dejar un legado de 28 discos de larga duración, todos arreglados por él.

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