Por: Yokauris
Vásquez
“Mi posición es radical, clara, así que simplemente el que
comete un crimen es un criminal, o sea, que yo no veo por qué hay que andar con
paños tibios”, respondió el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez a los
cuestionamientos sobre si está de acuerdo o no con las enmiendas introducidas
por la Cámara de Diputados al Código del Menor, con las cuales buscan aumentar
las penas a los adolescentes que entren en conflicto con la justicia.
Y es que las modificaciones hechas al Código del Menor en la
Cámara de Diputados, para aumentar las penas de reclusión a los menores que
delinquen, ha encontrado el apoyo de importantes sectores de la población,
mientras en otros persiste el rechazo, por entender que el castigo no forjará
ningún cambio en su conducta.
Entre las enmiendas hechas a la pieza legislativa, la que
más controversias ha concitado es la relativa al aumento de 5 a 15 años de prisión, que se
impondría a los menores de edad en conflicto con la ley.
Algunas entidades conciben que la reforma constituya un
retraso para la sociedad dominicana, porque se les estaría negando el derecho a
los niños, niñas y adolescentes de generar procesos de cambios de conductas
cuando son personas en formación.
“Un niño, una niña es una persona en formación y cuando se
lleva a un centro de reclusión por 15 años, significa que saldrá con serios
problemas de conducta, puesto que estos centros no ayudan a cambiarlos”,
consideró Tahira Vargas, antropóloga social.
La experta indicó que la estrategia de “mano dura” contra
la delincuencia fracasó en Latinoamérica, porque genera más violencia e
infracción. Sobre ese particular, Participación Ciudadana (PC), entiende que el
aumento en la pena no solucionará el problema delincuencial en el país.
Rosalía Sosa, vicepresidenta ejecutiva de PC, cree que las
variaciones al Código son una respuesta inmediatista y sostuvo que no se debe
castigar a los adolescentes, porque estos no tienen la culpa de que sus padres
no hayan sabido educarlos.
Mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (Unicef), rechazó la reforma por deducir que compromete el proceso de
protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes promovidos en la
República Dominicana, así como la salvaguarda de la jerarquía constitucional
reconocida a los tratados internacionales vigentes en el país.
“Esta medida no resuelve los problemas de la inseguridad
ciudadana. No son los menores de edad los responsables de la mayoría de los
actos criminales que suceden en el país”, advierte Unicef.
En tanto que el presidente de la Fundación
Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, la
calificó como una medida populista y advirtió que sólo contribuirá a triplicar
los actos de transgresiones.
Sostuvo que los legisladores tienen una visión equivocada
de cómo afrontar el problema de la juventud que delinque y, que así lo
demuestra lo ocurrido en los países que han endurecido las condenas, en los
cuales se ha duplicado y triplicado el índice de criminalidad entre los menores
de edad.
En cambio, entre los que favorecen la modificación está el
jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, el
cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y el presidente del Colegio de
Abogados (CARD), José Fernando Pérez Vólquez.
Al referirse al tema, el general Polanco Gómez indicó que
algo se debe hacer para controlar las acciones delictivas que a diario cometen
los menores y dijo que en el país, como en América Latina, tienen que
endurecerse las penas contra los adolecentes infractores, aunque esa no sea la
panacea.
En tanto, el líder de la Iglesia Católica Dominicana
afirma que no se puede estar "pasando paños tibios, porque estamos
engendrando monstruos a los diez y doce años".
Por su parte, Pérez Vólquez expuso que debe haber una
apertura de la condena y propuso que en caso de comprobar que el menor actuó
con comprensión sea procesado como un adulto.
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