En 21 de los 23
países latinoamericanos y caribeños analizados el porcentaje de homicidios
perpetrados con armas de fuego "supera el promedio mundial"
EFE/Acento.com.do
GINEBRA, Suiza (EFE).-América Latina y el Caribe superan
con creces la media mundial de homicidios con armas de fuego, que se sitúa en
el 42 %, con solo Cuba y Surinam por debajo de ese porcentaje, según un informe
difundido ayer por Small Arms Survey.
Esta organización, que hace un seguimiento del comercio de
armas ligeras en el mundo, indica en el documento "Small Arms Survey 2012:
Moving Targets" que en 21 de los 23 países latinoamericanos y caribeños
analizados el porcentaje de homicidios perpetrados con armas de fuego
"supera el promedio mundial".
El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica y Venezuela
presentan tasas de homicidios muy altas (más de 30 por 100.000 habitantes) y
dichos índices aumentaron de forma constante entre 1995 y 2010.
Conjuntamente con Brasil, Colombia, Panamá y Puerto Rico,
estos países registran un porcentaje extremadamente alto de homicidios
perpetrados con armas de fuego (más de 70 %).
Por el contrario, Argentina, Chile, Cuba, Perú, Surinam y
Uruguay presentan reducidas tasas de homicidios (menos de 10 por 100.000
habitantes), con cifras a la baja o estables entre 1995 y 2010 y con
porcentajes de aquellos perpetrados con armas de fuego inferiores al 60 %.
Como en el resto del mundo, en los países de América
Latina y el Caribe parece existir un vínculo estrecho entre la tasa nacional de
homicidios y los porcentajes de los perpetrados con armas de fuego: los altos
niveles de homicidios van generalmente acompañados de elevados porcentajes de
los cometidos con ese tipo de armas.
Small Arms Survey presta especial atención a la violencia
relacionada con el narcotráfico, siendo México el principal ejemplo.
Esta organización reconoce que, en el caso mexicano, la
ofensiva general contra el narcotráfico por parte de las fuerzas de seguridad
del Estado y del ejército ha resultado en numerosos arrestos y en la
fragmentación de algunos de los principales carteles.
"Sin embargo, la violencia entre carteles y entre los
carteles y el Estado ha aumentado de forma drástica y permanente desde que el
presidente Felipe Calderón instó al ejército mexicano a luchar contra el
narcotráfico a finales de 2006", señala el informe.
Agrega que, "como consecuencia parcial de la ofensiva
del ejército, los carteles mexicanos se están introduciendo en América Central,
y en particular en Guatemala y Honduras, provocando una desestabilización de
las relaciones entre los grupos 'nativos' del crimen organizado, amenazando con
debilitar a la policía y al ejército".
En cuanto a Brasil, el documento destaca que en Río de
Janeiro el Estado ha retomado el control de más de 20 favelas (incluidas
algunas de las más grandes de la ciudad) que estaban bajo el dominio de
organizaciones de narcotraficantes que operan desde las cárceles.
"Estas organizaciones parecen estar cambiando, al
pasar de una estrategia de dominación y confrontación armada a un tráfico no
violento y de menor alcance. Sin embargo, resulta prematuro afirmar si este
programa de 'pacificación' sistemática conllevará una reducción sostenida de la
violencia armada", de acuerdo con Small Arms Survey.
En el mundo, al menos dos millones de personas -Small Arms
Survey sospecha que "probablemente esta cifra sea mucho mayor"- viven
con lesiones provocadas por armas de fuego en entornos exentos de conflictos
desde hace diez años.
Estas lesiones generan importantes costos directos e
indirectos, como los relacionados con los tratamientos, la recuperación y la
falta de productividad. EFE
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