BBC Salud
El cerebro humano procesa de distinta forma las imágenes
de hombres y mujeres: a ellos se les ve como un todo, a ellas se les percibe
"por partes", revela una investigación en Estados Unidos.
Esta tendencia a procesar las imágenes femeninas por
partes, dice el estudio publicado en European Journal of Social Psychology
(Revista Europea de Psicología Social), explica la inclinación a ver a las
mujeres como objetos sexuales.
Y lo más sorprendente, afirman los científicos, es que no
es sólo el cerebro de los hombres el que percibe de esta forma. También el de
las mujeres se comporta así.
Los investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln
creen que los hombres lo hacen porque están buscando parejas potenciales.
Y para las mujeres es una forma de compararse a sí mismas
con "la competencia".
"Continuamente escuchamos que las mujeres son
reducidas a sus partes corporales sexuales. Escuchamos sobre estos ejemplos en
los medios de comunicación todo el tiempo", explica la profesora Sarah
Gervais, la psicóloga que dirigió el estudio.
"Ahora podemos decir que no sólo los hombres lo
hacen. Las mujeres también perciben a las mujeres de esta forma", agrega.
Procesamiento local
Se sabe que para procesar la información visual el cerebro
utiliza distintas herramientas: puede percibir el objeto en su totalidad, el
llamado procesamiento global, o como una colección de distintas partes, el
procesamiento local.
El procesamiento global es utilizado principalmente cuando
se trata de reconocer a personas.
Para ello el cerebro no se enfoca sólo en la forma de la
nariz, por ejemplo, sino procesa el lugar donde la nariz se encuentra en
relación con los ojos y la boca, es decir la cara como un todo.
El procesamiento local, por otra parte, se utiliza
principalmente para reconocer objetos. Cuando el cerebro percibe una casa, por
ejemplo, procesa sus partes: su puerta, sus ventanas, etc.
Tal como explican los investigadores, nuestro cerebro
puede reconocer una casa mirando únicamente su puerta. Pero es poco probable
que pueda reconocer a una persona mirando sólo un brazo o una pierna.
Para investigar si nuestro cerebro utiliza estos mismos
procesos cognitivos en el reconocimiento de hombres y mujeres, la doctora
Gervais y su equipo llevaron a cabo una serie de experimentos.
Los participantes, más de 220 hombres y mujeres, debían
mirar una fotografía -no sexual- del cuerpo completo de un joven varón o mujer
vestidos.
Después de una breve pausa se les mostraban dos nuevas
fotografías juntas en la pantalla: una era una parte de la fotografía mostrada
anteriormente, la otra también era una parte de la fotografía original pero con
una leve modificación en un área corporal sexual, como los senos o la cintura.
Los participantes debían indicar rápidamente cuál de estas
dos imágenes era la que habían visto previamente.
Los resultados mostraron que cuando se presentaban las
fotografías de los hombres, los participantes utilizaban el procesamiento
global, porque reconocían al individuo en la imagen que los presentaba como un
todo, es decir, con el procesamiento global.
Pero cuando miraban las imágenes de mujeres, los
participantes utilizan el procesamiento local porque reconocían a la mujer por
sus partes individuales, es decir estaban poniendo más atención en las partes
individuales del cuerpo.
Las imágenes mostradas, además, eran de individuos comunes
y corrientes, lo cual revela que esta tendencia a "cosificar" a las
mujeres ocurre con todas ellas, no sólo con quienes son "llamativas".
"Esto no es algo que sólo afecta a las supermodelos o
a las estrellas porno" explica la doctora Gervais.
"El procesamiento local es la base de la forma como
percibimos los objetos: las casas, los autos, etc.".
"Pero con las personas no deberíamos hacer esto. No
deberíamos descomponer a la gente en sus partes. Pero cuando se trata de las
mujeres lo hacemos, lo cual es realmente sorprendente".
"Las mujeres son percibidas de la misma forma como
vemos a los objetos", señala la investigadora.
Lo que sorprendió a los investigadores fue que
independientemente del género, todos los participantes, hombres y mujeres,
percibían a los hombres "globalmente" y a las mujeres
"localmente".
"Esto puede tener distintos motivos. Los hombres lo
hacen porque están buscando parejas potenciales, mientras que las mujeres lo
hacen para compararse a sí mismas con las demás", dice la doctora Gervais.
Los investigadores esperan ahora llevar a cabo más
estudios para encontrar formas de cambiar estos hábitos.
"Basados en estos hallazgos -dice Sarah Gervais- hay
varias avenidas que podemos explorar".
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