SD. La Semana Santa es uno de los pretextos para vacacional más esperado por todos los dominicanos. Sin embargo, la mayoría no toma la precaución necesaria para cuidar de su salud y la de su familia.
Según Aracelis Feliz, médico internista, los principales riegos de salud que debemos prevenir en este asueto, son las intoxicaciones producidas por ingesta de pescados, mariscos y alcohol, la gastroenteritis, que puede ser causada por parásitos como la ameba, muy frecuente en el país.
Asimismo, hay que prevenir las quemaduras solares y las enfermedades que se transmiten por el consumo de agua contaminada.
Feliz señala que para todas estas hay que tener un control absoluto, pues es importante regresar a casa sin contratiempo alguno.
"Con los niños hay que tener especial atención ya que ellos son los candidatos predilectos para las enfermedades respiratorias. La gripe, bronquitis, amigdalitis, pulmonía, neumonía y asma suelen incrementarse; para prevenirlas se recomienda evitar los cambios bruscos de temperatura, consumir frutas ricas en vitamina 'A' y 'C' y verduras", dice la experta.
¡No se olvide que la vida sigue!
Para salir de la ciudad la experta recomienda:
Llevar algún repelente para evitar la dermatitis producida por picaduras de insectos.
Una dieta de comida no muy procesada. Es recomendable ingerir alimentos frescos, de fácil preparación y digestión.
Mantener el organismo hidratado es lo primordial. Tomar abundante líquido para combatir la deshidratación.
Exponerse por largas horas al sol no es recomendable. Las horas prudentes son antes de las 11:00 de la mañana y después de las 3:00 de la tarde.
El uso de bloqueador es indispensable a toda hora del día.
Las cremas hidratantes y humectantes para el cuerpo no pueden ser olvidadas.
Ropa ligera, sombreros y zapatos cómodos, son la clave para no abusar del cuerpo.
Mantenerse en áreas bien ventiladas y frescas.
Si vas a preparar postres o dulces tradicionales de la época, utilizar menos azúcar y leche impide la descompensación de la diabetes y otras patologías.
Los pacientes con tratamientos médicos por diabetes, hipertensión u obesidad no deben abandonarlo. Realizar una rutina de ejercicios y no excederse en el consumo de alimentos ricos en sal y grasas, porque ponen en riesgo su salud.
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