Según sus primas, Juan Ernesto Hernández, el rey del microtráfico en La Vega, se había retirado del negocio a petición de su madre y su esposa
Máximo Laureano/Acento.com.do
LA VEGA, República Dominicana.- Una multitud integradas por familiares, amigos y allegados del capo Juan Ernesto Hernández Ramírez, asesinado el pasado domingo 5 de febrero, en la comunidad de Copeyito del municipio de Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez, recorrieron este martes varias calles y avenidas de la ciudad de La Vega para despedir como un héroe a quien dedicó la mayor parte de su vida a sembrar el terror en esa provincia y sus terrenos adyacentes.
Custodiado por decenas de agentes policiales y fuerzas especiales de esa institución, miles de veganos, residentes de los sectores Turey, Primavera I y Primavera II, desafiaron la tensión que desató el asesinato del hombre más temido en La Vega y caminaron junto al féretro hasta el cementerio La Cigua, para dejar allí en su morada final a quien muchos celebran y otros maldicen.
Desde la salida de su morada en Turey-Primavera, se armó todo un desfile de gente que vitoreaba al fallecido y otros que celebraban su muerte a su paso, ya que -según dijeron-este hombre vivió para aterrorizar y dañar a los demás.
A su paso, la caravana fúnebre arrancaba llantos, no solo de sus familiares cercanos, quienes no se despegaron nunca del féretro, sino de personas ajenas a la tragedia, a quienes se presume en algún momento Juan Ernesto le compró una receta médica o le resolvió algún problema.
El recorrido hasta la morada final de este joven, salió alrededor de la 1:15 minutos, en medio de un ambiente donde primó la tensión, debido a las amenazas de presuntos miembros de bandas y la reacción negativa de amigos y allegados suyos, quienes han censurado su muerte.
“Eso es una vergüenza, lo han enterrado como un héroe, siendo un hombre que tenía al sector, a La Vega y al país en zozobra”, expresó, uno de los ciudadanos que contemplaba la caravana fúnebre del hombre al cual se le atribuyen decenas de crímenes, en general producidos al calor del narcotráfico.
El desfile fúnebre ocupó las avenidas Alfredo Peralta Michel, Las Carreras, Sánchez y otras vías, hasta llegar al cementerio La Cigua, donde esperaban cientos de personas afines al andar de este presunto narcotraficante.
Durante el recorrido se sumaron cientos de personas a curiosear un acontecimiento nunca visto en la ciudad de La Vega.
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