El mandatario afirmó, además, que durante su gestión se logró cambiar la imágen del Gobierno
POR JHONNY TRINIDAD
SANTO DOMINGO.- Uno de los principales legados del actual gobierno ha sido llevar a la República Dominicana a un proceso de modernización y dejar atrás la marginalidad, según afirmó Leonel Fernández, presidente de esa nación.
En una entrevista concedida al periodico El Caribe, el mandatario dijo, además, que "hemos cambiado la imagen del Gobierno".
"Dejamos atrás la marginalidad y pasamos a un proceso de modernización. Empezando, incluso, por el sector público", sostuvo.
"Usted recuerda lo que era una oficina pública, con falta de higiene, atropello para entrar... de todo. Usted va al Ministerio de Hacienda y parece un hotel de cinco estrellas, va a Aduanas y parece un museo con exhibiciones de pinturas. Usted va hoy a lo que antes se llamaba Rentas Internas y ahora es la Dirección General de Impuestos Internos y nota la gran difencia. Ya no se ven acumulaciones tumultuosas que antes había en esas dependencias. Eso ha cambiado", afirmó.
"Me preocupaba lo que pasaba con el transporte público, las voladoras, todavía tenemos, pero hemos buscado la alternativa del metro", indicó.
Agregó que "en ese aspecto, hasta en lo formal, hemos cambiado la imagen del Gobierno, y creo que es un logro en lo que hemos llamado la modernización del Estado".
En la parte institucional, el gran legado de Fernández ha sido la reforma constitucional, según afirmó.
"Esa es una iniciativa nuestra, una iniciativa de nuestro gobierno enfocada hacia la necesidad de construir un modelo democrático que se corresponda a los requerimientos del siglo XXI, empezando con la noción de ese estado democrático y de derecho", señaló.
Agregó que durante su gestión se ha logrado constitucionalizar figuras como el amparo, mediante la cual, cualquier ciudadano puede reclamar al tribunal si siente que sus derechos constitucionales han sido quebrantados, poniendo una moción para amparar sus derechos. "Eso es algo que no existía en el país. Incluso, para el sector periodístico. Se le ha constituido el derecho del secreto profesional y la cláusula de conciencia, que no teníamos antes", explicó.
"Hemos creado un Tribunal Constitucional, donde se puede incoar una acción directa para anular hasta un decreto presidencial, fíjese bien. No es normal que un gobierno presente una Constitución que lo vaya a limitar a él. Esta constitución lo que hace es eso, limita el poder, pero aquí le estoy diciendo a un tribunal constitucional que no existía que está facultado para decirle al Presidente que su decreto es nulo", afirmó.
Decisiones erróneas
Entre las decisiones tomadas por el presidente, de las cuales hoy dice estar arrepentido, Fernández citó los aumentos de salarios en 1996 a los funcionarios públicos, secretarios y subsecretarios de Estado.
"Yo no debí hacerlo, debí haber esperado mejor al presupuesto del año 1997 y haber hecho, como lo hice, una declaratoria de aumento general de salarios a todo el mundo. Eso fue la inexperiencia. Pagué el precio", indicó.
De ese error, según explicó, "aprendí que no se puede tomar una decisión política para favorecer un grupo interno, sino que siempre, en política, cualquier decisión debe tener siempre como referencia a la mayoría, al pueblo. De alguna manera me lo perdonaron, se dieron cuenta que era fruto del desconocimiento y pude salvar la Presidencia de la República. Pero eso pudo haber sido un problema muy grave, empezando una gestión de gobierno", señaló.
"Creo que se nos perdonó la falta de experiencia y al mismo tiempo, lo pudimos subsanar rápidamente, porque estuvimos discutiendo el Presupuesto de 1997 y le hicimos aumentos a los maestros, a los médicos, a las fuerzas armadas y a todos los sectores. Inclusive aumentos de un 100% como no había ocurrido antes. De manera, que ese error se convirtió en una ganancia como compensación para corregir la decisión que habíamos tomado", argumentó.
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