Por José Francisco Arias
El oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene completamente resuelta su propuesta de candidatura presidencial para las elecciones del 20 de mayo del 2012. Si hubo sus regateos desde algunos ámbitos peledeítas en algún momento para que el postulado fuera el que es, Danilo Medina, incluidos los amagos reeleccionsitas, lo cierto es que ese es el candidato y el partido y todos los que dentro del partido se opusieron a ello, hoy apoyan y estimulan esa propuesta ante el electorado nacional.
El partido mayoritario opositor, el Revolucionario Dominicano (PRD), escogió mediante convención a su candidato presidencial hace alrededor de 6 meses, Hipólito Mejía; pero quien salió perdidoso, el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, y todos sus seguidore, están convencidos de que para Hipólito ganar internamente, pactó con sectores del gobierno que les facilitaron recursos para ello, por lo que consideran que su triunfo de Mejía en ese proceso se logró de manera irregular y hasta con cierto nivel de felonía para el partido y para parte de su dirigencia y militancia.
Esto ha planteado una situación de crisis en el perredeísmo que lo ha dividido y su candidato ahora no cuenta con un apoyo unificado, lo que es condición vital para competir por la Presidencia de la República. Se afirma que Vargas Maldonado y su gente apuesta a que Hipólito pierda en mayo próximo.
De hecho, gente vinculada al presidente del PRD que formaba parte del equipo de campaña de Mejía ha renunciado a sus posiciones en el mismo, como son los casos de Julio Maríñez y Francisco Fernández, el síndico de Santo Domingo Norte.
El otro partido opositor que se considera mayoritario, el Reformista Social Cristiano (PRSC), está sumergido en otra gran crisis, con un bando importante e influyente que entiende que la entidad debe asistir a las elecciones del 2012 con candidato propio, mientras otro bando, muy probablemente más importante e influyente, tantea la posibilidad de ir aliado al oficialista PLD, considerando que es mucho más conveniente para la organización. En ese sentido, en el PRSC en estos momentos hay lo que bien puede calificarse como "un tranque", y no se sabe en qué va a parar el asunto.
Así las cosas, el PLD, sus candidatos, sus principales dirigentes y su militancia, a 8 meses de las elecciones, aunque muy activos en campaña, toman su tiempo para sentarse en las gradas y disfrutar a más no poder con el espectáculo de crisis que les presentan el PRD y el PLD.
La banca paga y se ríe.
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