Taxista dominicano atracado en El Bronx entre la vida y la muerte
El taxista dominicano Julio Lora de 64 años de edad, se debate entre la vida y la muerte tras recibir un balazo en la cabeza de un atracador que está en custodia de la policía.
NUEVA YORK._ Seguía en estado crítico y debatiéndose entre la vida y la muerte en el hospital Lincoln de El Bronx, el taxista dominicano Julio Lora de 64 años de edad, quien fue atracado en la calle 163 y la avenida Prospect el viernes a las 3:30 de la tarde. El chofer de la base Apollo, fue asaltado por el afroamericano Davon Taylor de 29 años, quien fue detenido y golpeado por varios civiles en un edificio cercano a la escena del crimen y en el que presuntamente reside su madre. El atracador, emprendió la huida luego de dispararle al taxista en la cabeza. La bala atravesó el cuello y el hombro derecho de Lora, que quedó paralítico de las extremidades inferiores, mientras los médicos no le aseguran la vida.
Taylor, en su huida, interceptó a una anciana que caminaba apoyada en su bastón, la agarró por el cuello y fue cuando al ver eso, varios jóvenes que estaban frente al inmueble lo detuvieron y uno de ellos lo golpeó en la cabeza, hasta dejarlo inconsciente, según declararon dos de los buenos samaritanos que rehusaron identificarse.
El ladrón asesino le llevó la cartera al chofer en la que guardaba $71 dólares. En pocos minutos numerosos policías rodearon el área y los civiles les entregaron al asaltante, quien actuaba “irracionalmente” fue ingresado en un hospital para evaluación psiquiátrica.
Entre los que entregaron a Taylor a la policía, estaba el superintendente del edificio que tampoco ofreció su nombre.
El delincuente fue acusado de asalto pandillero, intento de asesinato en primer grado, posesión ilegal de un arma criminal y robo. Uno de los que golpeó, dijo que lo hizo tan fuerte, que se lastimó la mano, pero no podía perder tiempo antes de que llegaran los agentes y ese fue lo que se le ocurrió.
Otro dijo que vieron al taxista sangrando profusamente en el asiento del chofer y a Taylor, saliendo del carro y caminando como si nada hubiera ocurrido, por lo que decidió intervenir para ayudar a capturar al caco.
Autor: MIGUEL CRUZ TEJADA
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