Guasimal, Cuba, (AFP) - El avión de la compañía cubana AeroCaribbean volaba a baja altitud el jueves y de repente comenzó a dar vueltas sobre el pueblo de Guasimal antes de estrellarse en la maleza y dejar a sus 68 ocupantes muertos y conmocionar a este pueblo del centro de Cuba.
"El avión pasó por arriba de Guasimal, nosotros lo vimos cuando ya venía con problemas, ya venía bajito. Ahí se formó un alarde del carajo, la gente gritaba, figúrate, iba dando vueltas y entonces sentimos ¡bum!, el janazo (estruendo)", dijo a la AFP Miguel García, un campesino de 69 años.
"El avión giraba constantemente y cabeceaba. Mi mamá decía: 'ay, se va a volcar', se puso muy nerviosa", dijo a su vez José Luis Ríos, de 15 años, estudiante de construcción civil. Eliseo Lopez, un albañil de 31 años, estaba viendo televisión en su casa y salió ante el alboroto.
"Ese avión daba mil vueltas en el aire y echaba humo por los motores. Tenía una alarma de emergencia encendida. El piloto trataba de maniobrar, seguro trataba de controlar el avión pero no lo logró", dijo. Un joven habitante que se negó a identificarse relató que el avión sobrevoló el pueblo y "todo el mundo salió a la calle" para ver el avión ATR-72 que se estrelló y se hizo pedazos a apenas 4 km de Guasimal, en un zona de difícil acceso.
De inmediato se pudo apreciar desde lejos la luminosidad de un incendio, dijeron los habitantes que, conmocionados, acudieron al lugar para intentar ayudar a eventuales sobrevivientes. Pero fue en vano: 61 pasajeros -entre ellos 28 extranjeros (17 latinoamericanos, 10 europeos y un japonés)- y siete tripulantes perdieron la vida en el accidente, el más mortífero ocurrido en Cuba desde 1989.
"Llegamos al lugar pero no llegamos hasta el avión porque (estaba el inciendio y) la gente sintió miedo, yo sentía como a alguien gritando, se sentía el vapor y había mucho humo", dijo Mirelda Borroto, de 44 años. Hermes Cecilio Ramírez, chofer del Ejército cubano, dijo que durante la noche se envió un buldozer y equipo para abrir un acceso a través de la maleza. Relató que el lugar del accidente seguía ardiendo cuando comenzaron las tareas con dificultad, por la falta de camino, y detalló que había piezas del avión desperdigadas.
El camión conducido por Ramírez transportó al lugar a médicos forenses y brigadas de la policía, que rápidamente establecieron un cordón de seguridad para alejar a los curiosos mientras los equipos de socorro recogían restos humanos.
Los familiares de las víctimas fueron acogidos por las autoridades en la ciudad de Sancti Spiritus, unos 20 km al norte del lugar de la catástrofe, según la misma fuente. Un bombero no identificado declaró que la mayor parte de los cuerpos fueron hallados calcinados, y que los mismos serán transportados a La Habana para su identificación, según la agencia cubana Prensa Latina.
El avión de fabricación franco-italiana había partido el jueves de tarde de Santiago de Cuba, la principal ciudad del este de la isla, con rumbo a La Habana, a 860 km de distancia.
La situación climática era mala en la región oriental de la isla debido al avance de la tormenta tropical Tomas, que luego se transformó en huracán, amenazando a Haití y a Cuba.
Pero en Guasimal (400 km al este de La Habana) el tiempó estaba bueno, dijeron los habitantes del pueblo, que jamás olvidarán esta trágica noche.
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