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El Derecho de Comer

domingo, 13 de junio de 2010

Publicado por prensalibrenagua.blogspot.com

Por Antonio Fernández Almanzar

Desde hace tiempo siento molestia de ver tanta indiferencia y maltrato, que como una burla mucha gente no le importa un pito al ver a su prójimo sufriendo hambre y otras necesidades para su existencia. Hay quienes le sobra de todo; mucho alimento, ropa, medicina y dinero suficiente para su vida. Pero se olvidan de ese deber ineludible en quitar el hambre al que lo necesita. Hay que pensar que todo lo que nace muere y que ni un centavo le ponen en el ataúd o la tumba.
En vida es que tenemos la oportunidad de ofrecer un ápice de esperanza a los que nada tienen. Con tus buenas acciones, correspondería en algo a los principios fundamentales del 11º mandamiento inspirado por Jesucristo, AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, habrá cumplido con ese deber sagrado dar de comer a esa clase marginada que no tienen culpa de lo que son.
En la mayor parte de los países del mundo, los gobiernos son responsables de que sus gentes solo sean unos serviles, con salario mensual que no le alcanza para comer todos los días, pagar renta donde viven, comprar medicina y otras cosas vitales para su existencia. También se olvidan de emprender programas sociales en beneficio de esa clase necesitada, que no han tenido la oportunidad de forjar una profesión de importancia por falta de recursos en estudios primarios, secundarios y mucho menos universitario.
Es lamentable, que haya funcionarios del gobierno con salarios exuberantes que sobrepasan los 200 mil pesos mensuales y también aprovechan ejercer otros cargos que los lleva a ganar con las dietas más de 1 millón.
Acciones de esa naturaleza con egocentrismo y perversidad en ese concepto, no pueden llegar al verdadero desarrollo socioeconómico y político, porque el erario público no alcanzaría a cubrir los gastos por esos insensatos y malvados funcionarios que solo tienen el propósito de ganar más que el Presidente de la Republica.
En tal sentido, el congreso debe tomar las medidas necesarias y apoyar los buenos oficios del gobierno, en pro de un plan de austeridad y que beneficie con eso una mejor vida ciudadana con un salario mínimo de 9000 pesos mensuales; también la propiciación de laboratorios de medicina en todo el país para que los pacientes no sean explotados con los precios de las farmacias privadas, que exceden 10 veces o más el valor del producto. Es muy importante, que los artículos de primera necesidad sus precios sean bien reducidos, para que los pobres tengan acceso a ellos.
El secretario de agricultura a sabiendas de alteración en los precios de la canasta familiar, de inmediato esta en el deber llegar en un acuerdo con los graneros del sur, hacendados y demás agricultores del país para ofrecer por parte del gobierno un subsidio que garantice a esas distintas empresas, la reducción de sus productos para que de esa manera la familia pobre, tenga el derecho de adquirir a un precio justo los productos alimenticios de primera necesidad: arroz, habichuelas, carnes, etc.
Ojala este artículo que escribo saturado de sinceridad, amedrente la buena voluntad que debe existir en todos los funcionarios públicos para beneficio de los pueblos que sufren el desconsuelo de no ser atendido a ese respecto.
Tenemos una tierra prodiga que hasta en sus montañas produce todo. ¿Por qué entonces hacer caso omiso a lo más imperioso que es una urgencia en beneficio y desarrollo del país?
No tenemos yacimientos de petróleo, pero si otras minas que ponen de relieve los ajustes necesarios para que sus ciudadanos puedan vivir más decentes: minas de oro, bauxita , ámbar, sal, mármol, hierro, níquel, manganeso sin mencionar otros metaloides, así como también la caña de azúcar, cacao, café y demás productos agropecuarios. Las boticas populares en todo el país, representa un paso gigante hacia la economía de cada uno de los pobres que siempre son mayoría en todas las comunidades subdesarrolladas.
Es preciso que los gobiernos conscientes de cumplir las promesas que en política se hacen a sus ciudadanos, sigan extendiendo con sinceridad programas de salud, educación, empleomanía, bienestar socioeconómico y político a todos, sin pensar a qué grupo pertenece. Dentro de los principios democráticos, las ideas no deben ser vedadas y cada cual tiene el pleno derecho de expresar tanto oral como escrita lo que sea conveniente en el bienestar común de sus conciudadanos.
Ningún político o funcionario debe inmutarse por críticas ante los errores que se cometen en sus actividades, pero si hay que tener presente, no incurrir en libelo que es castigable antes los derechos jurídicos.
¡Nadie es infalible y todos podemos fallar! En varios municipios del país, se celebran fiestas que solo en montantes y fuegos artificiales se gastan mucho dinero que eso alcanzaría dar de comer a tantos necesitados en sus barrios.
Los comedores económicos son vitales en parte a resolver la angustia del hambre que sufren los pueblos en todo el país, aunque es conveniente la instauración de aumentarlos. Espero que muy pronto el problema de la luz sea también resuelto y pueda ser accesible en todo el territorio nacional y que los encargados en eso, pongan todo su empeño para beneficio de sus consumidores y así la empleomanía pueda aumentarse y cada familia que trabaja como empleado público, factorías u otras entidades, tenga el derecho de comer.
Como Dominicano, vería con sumo agrado que las instituciones humanitarias que tengan el propósito de eliminar el hambre en esos países, escojan las monjas de las iglesias católicas, y otras iglesias cristianas, quienes están revestidas de mucha honradez, para que las donaciones vayan directamente a los barrios más pobres y puedan ser repartidas en equidad y así se evitan los fraudes que constantemente se cometen. Hasta la próxima.
AntonioFernandezAlmanzar@yahoo.com

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