La estrella de Nelson Mandela, ese símbolo de la humanidad, recobra su brillo con la Copa de Fútbol en el país que luchó para liberar.
Américo Celado S. y Agencias/Clave Digital
Los ojos del mundo están puestos en una sola dirección: Sudáfrica.
La Copa Mundial de Fútbol abrirá sus cortinas para reverenciar a una de las figuras más emblemáticas de la emancipación, Nelson Mandela, quien, ya con 92 años, no solamente ha visto a su pueblo libre, sino que ahora tiene la honra de ser testigo del gran acontecimiento en su suelo, para su gente, en uno de cuyos estadios lleva su nombre.
No importa si las expectativas sobre la presencia del gran líder africano en la apertura y en la clausura son escasas. Blatter, el principal dirigente del fútbol del planeta, asegura que estará allí, pero la familia dice lo contrario: creen que la precaria salud de Mandela le impedirá someterse al trajín, al estrés que representan esos acontecimientos en ese tipo de escenario.
La ceremonia inaugural, si bien sus organizadores la mantienen en el mayor de los secretos, se espera que sea un espectáculo sin igual, con un gran despliegue de personas y artistas en todo el estadio.
Se puede asegurar desde ahora que será el mayor espectáculo jamás presentado hasta la fecha en el continente africano. Se realizará en el estadio Orlando de Soweto de Johannesburgo y contará con actuaciones de estrellas internacionales de primer orden, en colaboración con grandes artistas africanos, leyendas del fútbol de ayer y hoy, personajes famosos y otras personalidades.
Durante tres horas la atención del mundo estará cautiva puesta en Sudáfrica para ser testigos a través de la magia del satélite de dos pasiones universales: el fútbol y la música, mientras que alrededor de 30, 000 aficionados tendrán el privilegio de ser parte de la historia disfrutándolo en el estadio.
Italia saldrá al terreno a defender su corona con la misma base del mundial pasado. Es un equipo muy experimentado que sabe a lo que juega y cuenta con el mismo entrenador, Marcelo Lippi. Mientras, la atención está puesta en la selección de España, considerada por los técnicos como la que menos debilidades presenta, y con la tarea de demostrar que no sólo es la más costosa, sino que puede convertir la inversión en resultados. Con un técnico experimentado como Vicente del Bosque es un equipo que muestra un excelente nivel de juego, que llega al mundial precedido de un invicto prolongado por Europa. Portugal, con Cristiano Ronaldo es de los equipos a tomar en cuenta. El nunca descartable equipo de Brasil, con la conducción de Dunga se muestra ordenado, equilibrado y diferente, más abierto y ofensivo. A estos se le suman Alemania y la Argentina de Maradona con el jugador del momento, Lionel Messi a la cabeza.
Zakumi, la mascota que es un orgullo de África
Zakumi, un curioso leopardo con el pelo verde, es la mascota del Mundial 2010. Cargado de simbolismo, su creador decidió otorgarle el 16 de junio de 1994 como fecha de nacimiento. El 16 de junio es conocido en Sudáfrica como el “Día de la Juventud”, recordando la lucha contra el Apartheid, y 1994 es el año del comienzo de la democracia en ese país con el gobierno de Nelson Mandela. Su nombre viene de la combinación de las siglas "ZA", código relacionado con Sudáfrica, abreviatura de Zuid Afrika, y la palabra “kumi”, que significa diez en distintos lenguajes africanos. Los colores verde y amarillo (de oro) emparejan los colores usados en uniformes de deporte sudafricanos y también pueden ser vistos en Sudáfrica en el equipo nacional de fútbol. Zakumi será siempre el primero en saltar a la pista de baile y el último en marcharse de la mayor fiesta del mundo, la Copa Mundial de la FIFA en Sudáfrica. Lo único que quiere es bailar y entretener a tanta gente como pueda. Es el animador ideal para aficionados, jugadores y directivos; para los niños, para los jóvenes y para los que ya no lo son tanto. Luce una camiseta blanca con la inscripción “Sudáfrica 2010”. Su decisión de pintarse el pelo tiene que ver con el fútbol. Su tinte verde le permite camuflarse en las canchas y sorprender con goles cuando menos lo esperan sus rivales. Tres de los últimos cuatro torneos planetarios han tenido como símbolo del país organizador un animal.
Un estadio en honor a Mandela
El Estadio Multipropósito Nelson Mandela Bay, ubicado en Port Elizabeth es el tercer estadio diseñado por gmp Architekten para el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Acogerá ocho partidos, incluyendo el partido por el tercero y cuarto lugar. Diseñado como estadio de fútbol y rugby, el Estadio Nelson Mandela Bay está junto al lago North End. Está situado en la zona de suburbios y se ha transformado en un hito de la construcción, al crecer en la orilla del lago con una forma biomimética. La silueta del estadio indica el diseño claro de su estructura. Esta forma un pasillo con columnas que encierra todo el estadio.
La estructura de la cubierta está orientada a las condiciones climáticas locales y protege a los espectadores no sólo contra el sol, sino también y especialmente en contra de frecuentes y violentas ráfagas de viento. La protección esta hecha en aluminio cladding realizado sobre cerchas trianguladas con membrana PTFE blancas. Todas las instalaciones técnicas, así como el sistema de sonido e iluminación, y también el mantenimiento de la pasarela, están integrados en el techo. El estadio está diseñado para 48,000 espectadores, divididos en 2 niveles.
Las “vuvuzelas” pueden causar daño
Según un estudio, las trompetas de plástico características de los hinchas sudafricanos superan el mínimo de decibeles soportado por el oído humano
El entusiasmo de los sudafricanos podría ser contraproducente para la salud.
Esto debido a que las “vuvuzelas”, esas largas trompetas de plástico con que los aficionados sudafricanos apoyan a sus equipos, pueden dañar la audición del resto de hinchas que asistan a los estadios durante el Mundial, que se inicia el viernes.
La empresa fabricante de prótesis auditivas, Phonak, llegó a la conclusión de que las vuvuzelas emitían un sonido de 127 decibelios, cifra superior a la de un tambor (122 decibelios) y la de una sierra mecánica o la de un silbato de árbitro (121,8 decibelios).
“La exposición prolongada de 85 decibelios puede provocar pérdida auditiva”, declaró a través de un comunicado la compañía.
“Cuando el sonido es superior a 100 decibelios, la pérdida auditiva puede producirse en apenas 15 minutos”, precisó. Las vuvuzelas forman parte de un equipo básico de todo aficionado sudafricano pero los hinchas de otras selecciones son menos entusiastas a la hora de utilizarlas.
El centrocampista internacional español Xabi Alonso, jugador del Real Madrid, llegó a exigir su prohibición, argumentando que el ruido ensordecedor de las trompetas molestaba a los jugadores.
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