Por Reynaldo Hernández Rosa
Hostos, Duarte.- Cinco de la tarde. Desde el mediodía Pancha Luciano, de 64 de años, con su mirada perdida, con un botellón vacío al lado, en espera del camión distribuidor del agua, cuyo costo, veinticinco pesos, por el envase lleno, no obstante meses atrás fue inaugurado el acueducto por cifras millonarias.
Doña Pancha, parada en la calzada de su choza, que según el último censo nacional es una vivienda, vomita frases impublicables, dado que ¨¨enormes alcantarillas ahí debajo, con más agua que el mar, sin embargo, tenemos que comprarla¨¨.
Se refiere la añosa mujer, al acueducto que por más de veinte años venían exigiendo los munícipes, recién entregado, empero, ninguno de los lugareños ha recibido el vital líquido.
Pese a los millonarios desembolsos del INAPA a varias empresas contratistas, los residentes no entienden, ni se le ha explicado el por qué no llega ¨¨la jodida agua¨¨, no obstante, ser el río Yuna, la fuente principal para llenar las alcantarillas que abastecen no a los hostenses, sino a otros municipios.
En momentos que hacía el pago de los 25 pesos por el botellón del agua, doña Pancha mira a lo lejos, allá en las lontananzas, en el firmamento, convencida de que lloverá, expresó : y pensar que caerá más agua que el diablo……
Ya encerrada en su humilde vivienda, doña Pancha Luciano vocifera a su vecina, sin hablar con ella, ¨¨igual que hace cincuenta años: sin agua, sin luz, sin na, e pa lante que vamo¨¨¨……. Llegó el Agua King, Agua King…..
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