El dirigente izquierdista Rafael Chaljub Mejía considera que después de la muerte del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, lo que impera en el país es ''una democracia enferma'', y dijo que los déficits de la sociedad reclaman con urgencia perentoria que se produzca ''una revolucion social y politíca que acabe este relajo''. Entrevistado en El Gobierno del Sábado, de la Z-101, Chaljub Mejía destacó que el nivel de corrupción que se abserva actualmente no tiene precedentes porque un escándalo mayor sucede al que le precedió.Reconoció, empero, que en el país existe libertad política, la cual calificó como una conquista que requirió mucha sangre y mucho sacrificio.
Observó que el mérito que han tenido los gobiernos desde entonces, si han tenido alguno, es que no han hecho nada dirigido a anular esa libertad política que disfruta el pueblo dominicano.
''Desde luego, no han tenido (los gobiernos) un movimiento contestatario que los fuerce a eso, pero aquí hay un margen de libertad bastante amplio, una libertad política que nos permite todo esto, y esa es una conquista y todo eso está muy bien'', sentenció Chaljub Mejía, entrevistado con motivo de conmemorarse el lunes el 51 aniversario de la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
Aclaró que no puede decirse que la situación que impera en el país significa que el esfuerzo patriótico realizado por La Raza Inmortal en 1959 en favor de la democracia ha sido en vano, pero que tampoco los males de hoy no justifican la desesperación de mucha gente que anhela nuevamente un gobierno similar al del zátrapa Rafael Leónidas Trujillo.
''No se necesita un carabinero matando gente para que la disciplina social se mantenga, de manera que tenemos sus avances, déficits que reclaman con una urgencia perentoria que aquí se haga una revolución social y política que acabe con este relajo, es un relajo que tenemos definitivamente'', precisó.
Chaljub Mejía entiende que la sangre derramada para derrocar la dictadura de Trujillo valió la pena porque ''esto todavía no ha terminado, y además es peor que tuvieramos a Trujillo ahí''.
Opinó que quienes pretenden ser fieles a la herencia y el legado histórico de los líderes expedicionarios, y del Movimiento 14 de Junio que se formó seis meses después del desembarco, lo que deben es continuar la educación política del pueblo.
''Yo pienso que el compromiso de los que seguimos fieles a esta memoria histórica es seguir trabajando para educar al pueblo. La gente dice, pero la izquierda está muy dividida, muy dispersa y débil, y es verdad; pero yo pienso que los pueblos pasan por ese proceso de debilidad de las fuerzas avanzadas'', expresó.
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