jueves, 10 de diciembre de 2009

Cura tuvo un hijo con una cubana está liberado de responsabilidades pastorales por su congregación

Fue este año cuando la congregación se enteró que el sacerdote católico tenía un hijo de cinco años de edad

Por: SANTIAGO GONZALEZ/El Nacional

SANTIAGO. La Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús afirmó hoy que desde agosto liberó de sus responsabilidades pastorales al sacerdote Roberto Arturo Sánchez, a quien una mujer de origen cubano exige cumplir con la manutención de un hijo que procrearon tras una relación de más de seis años.

Esta es la posición oficial de la Iglesia católica sobre el tema. Mediante un documento entregado por el arzobispado de aquí los misioneros llaman al religioso asumir su responsabilidad como padre de ese niño y dar la cara en el escenario que sea necesario.

La Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón en la República Dominicana informa que en el transcurso de este año se ha enterado que uno de sus miembros ha procreado un hijo desde hace cinco años”, dicen en un documento.

Asegura que desde agosto pasado dejó en libertad al padre Arturo para que disponga del tiempo suficiente para dedicarse a la solución de la situación.

Yelaine Valles Desten, la madre del hijo del cura, trabajaba como secretaria y catequista de una iglesia en Cuba cuando se relacionó sentimentalmente con el sacerdote.

Los misioneros dicen que valoran este hecho como una acción equivocada fruto de la decisión errática de una persona adulta, vencida indudablemente por su propia fragilidad humana.

De igual forma reafirmaron que la vida sacerdotal y religiosa, por sus propios principios implica asumir el celibato, no admitiendo la procreación de hijos, ni la convivencia marital a sus miembros.

“El padre José Roberto Arturo Sánchez ha admitido la responsabilidad de lo hecho y está dando la cara ante diferentes escenarios”, señalan en el documento entregado esta mañana por el Arzobispado de Santiago a este diario.

Indica que como apoyo humano de parte de la Congregación a su persona, se buscó proporcionarle una ayuda profesional en un centro especializado que duraría unos seis meses.

Pero una vez enterados de que la madre del niño había llevado el caso a la justicia, se le pidió presentarse al país para que responda personalmente una citación judicial.

La Congregación ha juzgado sano y conveniente no intervenir en un asunto que compete a la responsabilidad de una persona específica en materia de paternidad.

Lamentaron que la dama haya llevado el caso a los tribunales cuando están en un proceso de conciliación ante los tribunales con miras a arribar a un acuerdo económico satisfactorio para la manutención del hijo.

“Es una pena que la madre del niño no haya sido capaz de agotar el espacio del proceso conciliatorio que está en vigencia, antes de llevar el caso a los medios de comunicación”, indica.

Cree que la situación del padre Sánchez respecto a su hijo es semejante a la de cualquier ciudadano, padre de familia casado, con su compromiso familiar, que procrea un hijo fuera del matrimonio: “está obligado por la ley a asumir todas sus obligaciones de padre, con todas sus implicaciones y consecuencias.

Esperan que el cura y la madre del niño puedan llegar a un entendimiento

justo, donde prime la cordura y el interés por salvaguardar la integridad de la única víctima inocente en toda esto este drama: el hijo que ambos decidieron concebir y traer a este mundo.

De igual forma manifestaron que desaprueban este tipo de comportamiento porque va directamente contra los principios fundamentales y las buenas costumbres vida, religiosa y el sacerdocio católico.

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