jueves, 8 de octubre de 2009

La alemana Herta Müller logra el Premio Nobel de Literatura

ESTOCOLMO.- La novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana Herta Müller es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2009. El premio está dotado con 10 millones de coronas suecas (980.000 euros) y, como el resto de galardones Nobel, se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.

Para la Academia Sueca, Herta Müller "con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos". Lo cierto es que su obra encarna en buena parte el destino de las minorías alemana en los países del centro de Europa que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.

La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumanía) en 1953 y en una familia de la minoría alemana en ese país (a la que pertenecieron otros escritores emblemáticos alemanes como Paul Celan u Oskar Pastior) y desde muy pronto trató de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía.

Herta Müller estudio Filología Germánica y Filología Rumana simultáneamente, tratando de profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía que pertenecía. Con la Rumanía oficial, regida por el dictador Nicolai Ceacescu, entró en conflicto muy pronto al ser despedida de su primer trabajo, como traductora en una fábrica de máquinas, por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumanía comunista.

Su primer libro, 'Niederungen' ('En tierras bajas', Siruela), también fue motivo de conflicto. El manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse, en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana. Dos años después, la versión original del libro apareció en Alemania, ante lo que las autoridades rumanas reaccionaron imponiéndole a Herta Müller la prohibición de publicar.

En Alemania, en cambio, 'Niederungen' le valió un reconocimiento literario inmediato y la novela recibió el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año. En ese libro, compuesto de una larga narración de unas 80 páginas y de otras narraciones breves, Müller enfoca, con mirada infantil, la vida de un pueblo alemán perdido en Rumanía.

Se trata de un pueblo venido a menos tanto en lo económico como en lo moral. "No soportamos a los demás ni nos soportamos a nosotros mismos y los otros tampoco nos soportan", dice en algún momento la voz de la niña que narra la historia. El relato es, en buena parte, una historia de represión permanente y de incomunicación que empieza por la vida familiar y sigue con las relaciones de los individuos con el estado.

Las descripciones cotidianas se mezclan con historias tomadas de supersticiones populares y con leyendas lo que hizo que en su momento la forma de hacer literatura recordará al crítico Friedrich Christian Delius los recursos utilizados por el mexicano Juan Rulfo en 'Pedro Páramo'.

'Niederungen' había acabado con las posibilidades de Herta Müller de hacer carrera literaria en Rumanía pero le abrió, por contra, todas las puertas en Alemania. En 1987 la escritora logró abandonar Rumanía y se instaló en Berlín, donde vive y trabaja desde entonces.

La Rumanía de Ceacescu y el destino de la minoría alemana allí, es el tema de buena parte de sus obras. En 'Der Mensch ist ein groses Fasan auf der Welt' (El ser humano es un gran faisán en el mundo) aborda el destino de una familia alemana que espera con ansiedad la autorización para abandonar Rumanía.

En su última novela, 'Atemschaukel', cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la II Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética en un destino que compartieron muchos miembros de la minoría alemana. Los rusos consideraban que con ello los alemanes pagaban sus culpas como cómplices de Hitler, sin importarles que algunos de ellos hubieran sido también víctimas del nazismo.

En 'Atemschaukel', por ejemplo, hay un personaje, David Lommer, que es judío y que sin embargo termina también en el campo de trabajo con los otros miembros de la minoría alemana.

'Atemschaukel' es el intento de Herta Müller por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre, y de otros muchos rumanos-alemanes de su generación, que no se atrevían a hablar nunca del tiempo que habían pasado en campos de trabajo soviéticos.

Con su madre, Herta Müller nunca pudo hablar sobre el tema pero si lo hizo con el poeta Oskar Pastior que también había estado en un campo de trabajo e incluso los dos escritores llegaron a plantear la posibilidad de escribir juntos un libro sobre el tema.

El proyecto fue interrumpido por la súbita muerte de Pastior, en 2006 cuando acababa de recibir el Premio Georg Büchner, ante lo que Müller optó por aprovechar sus conversaciones con el poeta, y con otros que habían tenido la misma experiencia, para abordar el tema en forma de novela.

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