Por Reynaldo Hernández Rosa
Profesionales de la conducta humana vienen exponiendo sus puntos de vista en relación a la involución social que observan estamentos determinantes dentro de nuestra sociedad, donde sectores del accionar diario han sido perneado por la burda corruptela.
Estas áreas que juegan un papel preponderante en el axial de la seguridad colectividad, como son los organismos de seguridad y custodio de la cosa pública así quienes informan, tal es el caso de los cuerpos castrenses y los periodistas.
Causa indignación observar como estos sectores exhiben riquezas y bienes que no soportan el más ligero experticio, sin parar en serios nexos corruptos en sus acciones.
En el caso militar, no hay un caso delictivo donde no esté involucrado un miembro de los cuerpos castrenses o de
No obstante, los actos que se observan donde alistados y sub oficiales son separados por las acciones cometidas, en tanto, y la alta oficialidad, ligada hasta el tuétano en los grandes robos, contrabandos, trasiego de drogas, extorsión, etc.
Esa alta oficialidad con recursos que sólo estos delitos pueden ofrecer, al menos que en sus propiedades, compañías de vigilancia privada, fincas, dealers, discotecas, ferreterías, etc, se haya encontrado petróleo.
No sólo el caso de Paya, Azua, Pedernales, Barahona, Auto vía del Este, zona cañera, ahora el caso millonario del boricua, evidencia que en las Fuerzas Armadas está entronizada todo un tinglado corrupto, donde coroneles y generales gozan de bonanzas inexplicables si tomamos como premisa el salario que devengan..
No hay estamentos de los organismos castrenses, incluyendo sus departamentos de inteligencia que no se conozcan de serias irregularidades que haya enriquecido a sus incumbentes,
Por más entidades de que se crean para “luchar contra el crimen y las drogas”, todas, sólo sirven para dejar millonarios a sus encargados, sino indaguen en
En el área del periodismo, el axial pútrido rompe todos los esquemas de la corruptela, donde acéfalos comunicadores, sin tener un solo trabajo de investigación en sus correrías por medios de difusión, hoy son millonarios, con contrataos publicitarios jugosos, gracias a la capilla que le sirven.
Tenemos taras en el periodismo televisivo, radial , escrito, que hace varios años atrás lucían sus encías despobladas, hoy hacen ostentación de fortunas que sólo las maniobras corruptas pueden justificar.
Tiene asidero lo revelado por el síndico de Santiago, José Enrique Sued, en el sentido que una ¨¨banda¨¨ de comunicadores lo vienen extorsionando, chantajeando, solicitando dinero para no reseñar el supuesto nepotismo en el cabildo.
Unos, que cobijado en sectas religiosas, se venden como paradigmas de moralidad, otros, asociados en ¨emporios¨¨ para la extorsión, exaltación o silenciar lacras del mundo de la política, del sector bancario así como a lavadores de las áreas de las zonas francas y los dealers.
Lo peor es, que tenemos un organismo colegiado, el Colegio Dominicano de Periodista, CDP, inoperante, que sólo sirve para la solicitud de prebendas, dádivas y comercializar con el gremio, como ha venido pasando en los últimos años.. Estamos jodidos…
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