¿ Y PARA QUE SIRVEN NUESTROS CIENTOS DE GENERALES ?

Por Reynaldo Hernández Rosa

En la continuación de la vorágine delictiva que observa el país ante el desbordamiento de inusuales maniobras criminales, haciéndose cuasi normales dentro de la colectividad, sin que se entienda la desidia al derrotero en que se enrumba la nación, ajeno a todo visos de contrarrestarla.

Los informes que de la situación socia/politica poseen organismos diplomáticos así como entidades foráneas, son hartos previsibles a los temores de que se produzcan en la isla una especie de “colombianización” o “mexicanización”, si tomamos en cuenta los formatos criminales de recientes cataduras.

La vulnerabilidad que del territorio nacional han hecho organizaciones gansteriles, claro está, en connivencia con muchos estamentos oficiales, llama a preocupación y uno se pregunta: dónde diablo están nuestras autoridades?.

Dónde se meten los centenares de generales en los que el Estado invierte cientos de millones de pesos para la protección de la soberanía así como del cuido de los ciudadanos.

Del centenar de generales, que pese a la cantidad de insignias y galiones en sus uniformes, ganados sólo en las nóminas del erario, empero, la lucha contra el delito le hace más rico, gracias al axial corrupto en que se desenvuelven, donde carteles periodísticos les sirven de bocinas a sus ¨obtusas hazañas¨.

Acaso, quiénes son los propietarios de las más de treinta compañías de vigilantes privados?. No son los mismos uniformados que nos hablan de la inseguridad de la nación, empero, para qué entonces el Estado dilapida tanto recursos con estos inoperantes y corruptos hombres de armas.

Unos treinta mil hombres, muchos con serios prontuarios delictivos, forman parte de las empresas de ¨seguridad¨ privada, donde ya son numeroso los casos en que se ven envueltos en hechos criminales, fruto de la involución social que acusa el país.

Indagaciones no oficiales dan cuenta de la dolce vita que llevan estos ¨abnegados servidores¨ de uniformes, donde el lujo, villas, fincas, rentr-cards, restaurantes, empresas, compañias de vigilantes, etc, en su mayoría obtenido de los recursos del erario o en hechos nada santos.

Pese a que todos conocen de las maniobras de nuestros generales para alcanzar fortunas, nadie investiga la procedencia. Otros, reciben ¨donaciones¨ como el ex jefe policial, ahora engachado a politico que, al igual que decenas de maulas de los distintos cuerpos castrenses.

Qué carajo hacen la veintena de organismos de Seguridad e Inteligencia con que cuenta el Estado para la defensa de la soberanía?.

Acaso, para barbarie como la de Paya en Baní, donde oficiales cercanos al entonces jefe de la Marina de Guerra, esperan juicio por homicidio, en tanto, ni el dinero robado ni la drogas, hoy no dan señales a que bolsillo militar fueron a parar.

Y lo de Parmalat….. Al limbo, carajo.

De seguro, parte de ese millonario alijo, el de Paya, fue invertido en negocios de restaurantes, bienes raíces, agencias de seguridad privada, en lo que están inmerso la mayoría de nuestra oficialidad corrupta.

En qué se dilapidan tantos millones de pesos depositados en las arcas de los inoperantes Departamentos de Inteligencia que tienen las Fuerzas Armadas, Policia y el Poder Ejecutivo?

Nuestro espacio aéreo vulnerado casi a diario, por narco avionetas de sur américa. Acaso hay complicidad. Cómo se explica la facilidad que encuentran los piratas narcovoladores en las mismas narices de los generales del A2, DNI, CESA, DNCD y toda esa parafernalia de inseguridad estatal.

Lo del Aeropuerto Internacional del Cibao, donde despegan avionetas con ilegales, de seguro con las complicidades de funcionarios y militares de turno en la Terminal.

Tenemos una invasión de nacionales lacras de México, Colombia, Alemania, Venezuela, Sudáfrica, Perú, Costa Rica, en tanto los vocingleros de la Dirección General de Migración revelan que no puede con los indocumentados haitianos que huyen del hambre, empero, aquellas taras que nos traen sus riquezas para lavarla en el país, los dilectos militares y funcionarios huelgan mencionar, salvo como lo hiciera el actual embajador de Alemania en el país, el cual denunció como sirve de cobija la nación a tantos indeseables buscados por autoridades como la INTERPOL.

Meses atrás, nadie en las esferas de seguridad del Estado dio seguimiento a la grave denuncia que hiciera el diputado por Sosúa, Puerto Plata, donde denunciaba como la zona ha “sido tomada” por indeseables narcotraficantes, lavadores, gansters, sicarios, sin embargo, ahí no funcionan la caterva de efectivos de la seguridad de Inteligencia gubernamental. Entonces??

De su parte, las añosas bocinas del periodismo castrense festinan cuando la Marina de Guerra interceptan a infelices aventureros en alta mar, empero se callan a las fortunas de altos oficiales productos de esos mismos viajes ilegales.

No hay un solo reportaje parido de los “experimentados” reporteros que cubren los organismos castrenses, en su mayoría empleados de los generales lights, otros con tantas sapiencias en el ramo, que terminaron en nupcias. Ejemplo de objetividad periodísticas?.

Las acciones gansteriles y delicuenciales de Paya aún no han sido objeto de un serio trabajo de investigación por parte de la rancia capilla de periodistas que siguen los temas castrenses, evidenciando las taras de que son propietarios.

Por más infraestructura que el gobierno levante, como es el caso del CESA, donde a diario son cancelados oficiales y miembros por su complicidad en mafias delictivas. Y entonces??.

El CESFRONT que ha hecho millonarios a altos oficiales al igual que en la Dirección Nacional de Control de Drogas, J2, M2 y demás entelequias succionadoras de recursos tanto del erario como de la extorsión y robo.

Qué explicación tiene el gobierno a tantas visitas: director del FBI, DEA, jefe del Comando Sur, informes de la embajada de EE.UU, embajada Alemana, así como a los bienes incautados por el Consejo Nacional de Drogas, los cuales son devueltos a los narcotraficantes u otros en manos de sus funcionarios…

Señor presidente, profilaxis en todos estos organismos pútridos, mal llamados organismos de inteligencia, manejados como compra venta, ya que no se concibe el incremento de maniobras delictivas de facturas foráneas, sin que observen medidas para enfrentarla. Es tiempo de cambiar tanta inoperancia.