Por William Jiménez/ Costa Verde DR
Nueva York.- Se le acabó la suerte al lanzador Ambiorix Burgos. Y sus exabruptos también. Sólo una hora necesitó un gran jurado en la corte criminal de Queens para mostrarle al ex lanzador de los Mets de Nueva York que sus ínfulas de violento se pagan caro, y lo envió a la cárcel tras hallarlo culpable por golpear a su novia en un hotel cercano al estadio de los Mets. Hoy descansa en la prisión de Rickers Island.
Burgos, de 24 años, fue condenado por golpear a su novia María López, de 26 años, después que ésta tratara de dejar la habitación que ambos compartían en un hotel cercano al estadio de los Mets el pasado 9 de septiembre para ir a inscribir a su hija a la escuela.
Sólo vastó oir el testimonio de la joven para que el jurado llegara a un veredicto contra el problemático lanzador de
Burgos no quiso hablar en corte, pero su abogado Edgar DeLeón trató de crear duda en el jurado preguntando por qué la mujer esperó dos días para ir al hospital y tomarse fotos; por lo que según él, esos golpes ella pudo haberlos recibido de otra personas y simplemente quiere acusar a Burgos para sacarle dinero.
Sin embargo, Kelly Sessoms-Newton, fiscal del caso, dijo que Burgos perdió el control y golpeó a la madre soltera porque ella había tomado control de la relación. “Por qué un hombre pierde el control de un momento a otro para golpear a una mujer? Simple. Para recobrar el control que había tomado ella de la relación”, reaccionó Sessoms-Newton.
Tras el veredicto Burgos fue inmediatamente esposado y enviado a la prisión de Rickers Island, ubicada a unas cuantas cuadras de donde fue juzgado, a espera de la sentencia que le será leída el próximo tres de abril. Enfrenta de uno a 5 años en prisión.
El lanzador nativo de Nagua fue despedido por los Mets de Nueva York en diciembre pasado, luego de verse envuelto en otro problema judicial por atropellar de muerte con su vehículo a dos mujeres en su ciudad natal y emprender la huida dejándolas abandonada.
No fue hasta una semana después que el lanzador acató el llamado de las autoridades para que se entregara y decidió hacerlo a través del fiscal de San Francisco de Macorís.
Tras varias semanas preso, fue dejado en libertad al pagar una fianza de dos millones de pesos a espera del juicio. Burgos alega que él no iba manejando el vehículo al momento del accidente.
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