Veronica Smink/BBC Mundo, Cono Sur
En enero, Dilma Rousseff hizo historia convirtiéndose en la primera mujer en presidir Brasil, la economía más grande de América Latina. Ahora, otra mujer, Martha Rocha, ha sido nombrada jefa de la Policía Civil del estado de Río de Janeiro.
Rocha, de 51 años, es la primera mujer que ocupa el cargo y tendrá bajo su mando a unos 12.000 agentes.
La funcionaria, que tiene 28 años de experiencia en la Policía Civil, llegó al puesto en un momento crítico para la fuerza, tras un escándalo de corrupción que se cobró a la cúpula del cuerpo.
El antecesor de Rocha, Allan Turnowski, renunció luego de que el hombre considerado su brazo derecho fuera apresado junto con una treintena de agentes en la llamada Operación Guillotina, acusados de formar una asociación ilícita con los mismos narcotraficantes a los que –se supone- estaban combatiendo.
Al anunciar la nueva designación, el secretario de Seguridad de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, señaló que escogió a Rocha "no por ser mujer", sino por su "historial" en la fuerza.
Trayectoria
"El hecho de que sea una mujer y de que esté rompiendo paradigmas es algo importante, pero creo que no estoy aquí por ser mujer. Esa es sólo una característica. Estoy aquí por la carrera policial que construí", dijo a BBC Mundo Rocha, quien tiene en su haber una larga lucha contra la corrupción interna en la policía.
Hija de inmigrantes portugueses, la nueva jefa policial comenzó su carrera como escribana del cuerpo, en 1983, y se volvió comisaria por concurso, comandando varias jefaturas policiales de la ciudad desde los años 90.
Uno de sus mayores desafíos fue en 1993, cuando se hizo cargo del Departamento General de Policía Especializada, enfrentándose a su propio jefe y a compañeros de la fuerza que recibían prebendas de propietarios de bingos clandestinos.
A partir de allí ganó fama como una luchadora contra la corrupción policial y fue nombrada al frente de la División de Asuntos Internos, antes de pasar a liderar otras comisarías, donde también debió enfrentar luchas internas.
Probó, sin suerte, entrar a la política, postulándose como candidata a vicealcaldesa de Río por el Partido de los Trabajadores (PT), en 2004, y como diputada estatal, en 2006.
El año siguiente, fue designada como la primera mujer en dirigir la Comisaría Especializada de Atención a la Mujer.
"Mi prioridad es que la Policía Civil sea efectiva y trabaje con metas y resultados claros, pero sobre todo con ética", señaló a este medio la nueva jefa de la fuerza, quien, al asumir, prometió que "no habrá áreas ni territorios intocables".
Desafíos
Rocha tendrá dos enormes desafíos por delante: por una parte, deberá avanzar en el proceso de "pacificación" de las favelas, que comenzó en noviembre pasado con un masivo operativo policial-militar para controlar el Complejo do Alemao, uno de los principales bastiones del narcotráfico.
Pero además, deberá limpiar la corrupción policial y recobrar el prestigio de una fuerza que en los últimos cinco años perdió a cinco de sus jefes por presuntos vínculos con redes criminales (tres renunciaron y dos están detenidos).
Y todo esto, antes de que Brasil reciba al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Para el gobernador de Río, Sergio Cabral, el género de Rocha la ayudará en su causa.
"Martha Rocha va a cumplir su misión con la dulzura y la bravura de una mujer, porque cuando la mujer lo necesita, es más valiente que el hombre", señaló.
Por su parte, Walter Maeirovich, ex Secretario Nacional Antidrogas de Brasil, dijo a BBC Mundo que la policía de Río "necesitaba a una mujer en el mando, porque hasta ahora todos los hombres se han mostrado incapaces".
En las estelas de Dilma
"Hace diez años nadie se hubiese imaginado una mujer presidenta o una jefa de la policía civil que fuese mujer", aseveró Rocha para BBC Mundo, al referirse a su nombramiento.
Según Maeirovich, la asunción de Rousseff como la primera mujer presidenta en Brasil ayudó a darle el impulso a la decisión de juramentar a la nueva jefa policial de Río de Janeiro.
Ambas mujeres son consideradas funcionarias extremadamente eficientes, aunque un tanto "adictas al trabajo".
Rocha, que es soltera y no tiene hijos, anticipó que tendrá un estilo de liderazgo semejante al de la jefa de Estado: "Seré una madre severa. Voy a castigar cuando sea necesario y dar un abrazo cuando se lo merezca", adelantó.
Para Maeirovich, la capacidad de esta funcionaria de lograr su cometido dependerá en gran medida de que se asocie con "personas que no están contaminadas por la corrupción".
"La designación de Martha Rocha es un gran avance para el rol de la mujer en la vida pública de Brasil y da esperanzas de que se logre cambiar la imagen de la policía de Río de Janeiro, que ha perdido toda su credibilidad ante el público", señaló.
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