Introducción:
Conforme a la visión estratégica del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) en torno al correcto encauzamiento de la sustentación de la paz y el desarrollo social, nuestra nación amerita de un Plan de Seguridad Ciudadana que incluya una conjunción de esfuerzos en donde cada institución o individuo de la sociedad aporte su capacidad en pro de este objetivo.
Valora en dicho sentido, que
el trabajo y accionar en conjunto que propone a cargo de todos los dominicanos
y sus instituciones sin ninguna exclusión y excepción, tendría que estar
orientada hacia los aspectos que tienen un impacto decisivo en cualquier país
del mundo en la construcción de una cultura de paz y de una sociedad sustentada
en valores junto a una educación plenamente alineada en tan vital cometido; al
efecto, estima indispensable acciones inmediatas con relación a los factores y
elementos siguientes:
La
Familia:
En primer lugar, es
necesario centrar esfuerzos en la Familia, el trabajo en ella es una tarea
pendiente y, fruto de su descuido, hoy día tenemos una descomposición familiar
que impacta negativamente los índices de seguridad ciudadana, ya que, fruto de
los múltiples vicios que la afectan, surge el fantasma de la delincuencia, la
violencia intrafamiliar, los feminicidios, la deserción escolar, los embarazos
tempranos.
Intervenir en ella tiene
efectos muy positivos en todo Plan de Seguridad Ciudadana, debido a que se
enfrentan varios problemas básicos al mismo tiempo: a) La violencia
intrafamiliar; b) Los feminicidios; c) La delincuencia juvenil; d) Las
adicciones y; e) Los embarazos adolescentes, entre otros.
Como podemos observar, cada
uno de estos elementos son fundamentales en toda acción que busque preservar la
vida y la tranquilidad a un país.
Sociedad
civil – Sector privado:
Las acciones dirigidas a
remediar males y construir valores tienen varios protagonistas además de las
instituciones gubernamentales, nos referimos a la sociedad civil, que contiene
a las iglesias y a organizaciones líderes dentro de la comunidad.
Lo anterior debido a que son
estas instituciones de la sociedad civil que generan una mayor confianza en las
personas, por lo que tienen la oportunidad de generar cambios y promover
conductas enmarcadas dentro de una Cultura de paz y respeto.
Las iglesias pueden jugar un
papel estelar en acciones dirigidas a fomentar una cultura de paz en la familia
y en las comunidades, debido a que conocen de primera mano todo lo que ocurre
en ellas y, además, cuentan con personas con el espíritu de servicio para
aportar en la solución a los males de sus comunidades.
Por otra parte, el Sector
Privado está llamado a aportar grandemente en la construcción de un país
seguro, ya que ellos son grandes beneficiarios de un clima de seguridad
ciudadana. Mediante la Responsabilidad Social Corporativa este sector debe
aportar recursos que apoyen las iniciativas gubernamentales encaminadas a la
seguridad de los ciudadanos y, por ende, de sus propias empresas.
Prevención y combate al
tráfico y consumo de sustancias ilícitas:
Este componente es un
detonante de una serie de inconductas que generan violencia, inseguridad y
sufrimiento. Un joven o adulto con una adicción es una persona que no es dueña
de sí misma, la posee un vicio que es más fuerte que su propia voluntad, por lo
que todas sus inhibiciones sociales serán dejadas a un lado y el otrora buen
ciudadano se convierte en un peligro público.
La persona adicta, aunque no
tenga una tendencia al delito, cuando carece de recursos para obtener los
estupefacientes, hará lo que sea, incluido el crimen, para obtener el dinero
necesario. Igualmente, afectado por los efectos de las drogas puede producir
actos de violencia inimaginables, como atacar a sus propios familiares.
Asimismo, el tráfico de
estupefacientes conlleva todo un andamiaje de delitos entre los que se
encuentran: porte ilícito de armas, sicariato, atracos, violación de las leyes
sobre drogas y otros.
Educación
en Valores:
El Decreto 121-13 que crea
la Mesa Nacional sobre Seguridad, Ciudadanía y Género, aunque menciona el
término “Instituciones del Gobierno Central”, no incluye al Ministerio de
Educación entre los organismos que la componen, lo cual es una exclusión
lamentable, ya que la Educación es la Estrategia por excelencia para prevenir
la delincuencia en todos los órdenes y promover la Seguridad Ciudadana.
Actualmente nuestra sociedad
contiene una serie de flagelos que se manifiestan en los medios de comunicación
y redes sociales, todos se asombran ante ciertas situaciones, sin embargo, la
gran pregunta es: ¿cómo hacer frente a esta degradación de los principios y
valores que dieron origen a nuestra Patria? La respuesta es sólo una: mediante
un Plan Nacional de Educación en Valores que debiera estar incluido como un eje
transversal a todo Plan de Seguridad Ciudadana.
Es decir, la promoción de
Valores como la Honestidad, la Responsabilidad, el Patriotismo, el Cumplimiento
del Deber y otros, debieran permear todas las acciones que se lleven a cabo
para prevenir los flagelos sociales que nos afectan. Los Valores tienen que ser
el contrapeso al bombardeo constante de tantas ideas alienantes que se dirigen
hacia la juventud dominicana.
Creación
de oportunidades:
Todos estamos de acuerdo en
que es urgente crear oportunidades para la inserción de los jóvenes y adultos a
un mercado laboral o de negocios que les permitan ganarse la vida de forma
honesta.
En este sentido, han tenido
lugar iniciativas muy positivas, como el programa “Supérate” del Ministerio de
Interior y Policía, sin embargo, consideramos que la Mesa Nacional de
Seguridad, Ciudadanía y Género debiera tener acceso a todos los programas
similares que ejecuten otras instituciones gubernamentales y privadas, a fin de
contar con un abanico de opciones que le permita tener una respuesta a los
ciudadanos que claman por una oportunidad de trabajo o emprendimiento.
Crear oportunidades
laborales y de emprendimiento es una Estrategia que impacta positivamente la
dignidad humana, generando al mismo tiempo un clima de confianza en el país que
se traduce en más gente satisfecha al tener un trabajo o su propio negocio.
Plan
decenal – Acciones a largo plazo:
El organismo de desarrollo
que agrupa las provincias de la Región Nordeste y el Cibao Central, considera
indispensable, que la Mesa debiera abocarse a la formulación de un Plan decenal
que defina claramente las Políticas Públicas que serán aplicadas y socializarlas,
a fin de que las instituciones públicas y de la sociedad civil puedan definir
acciones y estrategias que se entrelacen con ese marco general, lo cual tendría
un efecto multiplicador en toda la sociedad dominicana.
Asimismo, estima
fundamental, que nuestras entidades políticas, sus dirigencias a todos los niveles y los sectores
gobernantes, se provean de una mayor grado de fuerza moral, junto a no
concentrarse pura y simplemente en las críticas en torno a la problemática, a
fin de motorizar la concertación y unificación de esfuerzos y voluntades que
requiere el país hoy en día para lograr en él la consolidación de mejores
entornos sociales.
Para el Consejo Regional de
Desarrollo, Inc. (CRD, producir una sinergia de esfuerzos en todo el país cuyos
efectos positivos puedan verificarse a través de una sociedad inclusiva,
segura, sana, justa y con oportunidades para todos, constituye una columna de
principal importancia para un eficiente plan de seguridad ciudadana y con el
objetivo de consolidar a nuestra nación en una ruta idónea pro la paz, el
progreso y el desarrollo social.
Los autores son:
Dr. Jaime Antonio Marizan,
Director de la Comisión de Seguridad Ciudadana y Asuntos Eticos del Consejo
Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), abogado, economista y empresario. Tel.
809-244.5496.Correo: crd.consejoregionaldedesarrollo@yahoo.com. San Francisco
de Macorís. RD.
Dr. Ysócrates Andrés Peña
Reyes, Director General del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), abogado y politólogo. Tel. 809-244.5496.
Correo:crd.consejoregionaldedesarrollo@yahoo.com. San Francisco de Macorís. RD.
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