Los
haitianos, junto con colombianos, dominicanos y venezolanos, han desplazado a
la inmigración tradicional de peruanos o bolivianos a Chile, uno de los países
más desarrollados de la región.
SANTIAGO DE CHILE. Ante la
avalancha de haitanos que ha llegado recientemente a Chile, el profesor Yvenet
Dorsainvil ha elaborado el primer diccionario Kreyol-español destinado a
mejorar la integración de sus paisanos en su país de acogida.
Además de los términos en
idioma haitiano y su acepción en español y viceversa, Dorsainvil recoge
expresiones que utilizan los jóvenes, el grueso de los migrantes de su país,
“muy diferentes a las que utilizan los adultos”, y su equivalente en español.
Asimismo, el diccionario
explica los comportamientos culturales de los locales a los nuevos llegados
para que puedan aplicar el viejo adagio de ‘allá donde fueres haz lo que
vieres’.
“Me he preocupado de tener
un buen trabajo, de que las palabras sean una herramienta más adaptada a la
sociedad chilena y a la integración en Chile”, explica a la AFP por teléfono.
El fin último es facilitar
la “convivencia de los pueblos a través de un documento que parece ser un
bloque de papeles, pero que es un documento que resume almas, culturas y
costumbres de distintas naciones: el pueblo haitiano y el pueblo chileno”, dice
Dorsainvil.
Se trata de dar pautas
culturales y de comportamiento fundamentales para la integración ante la
llegada masiva de extranjeros que están cambiando las fisonomías de las
ciudades.
Por ejemplo, un chileno
nunca bebe alcohol en la calle, lo que en cambio, los haitianos hacen sin
problema en su país. Estos están acostumbrados a pagar el bus al final del
trayecto y no al principio como se hace en Chile.
Los haitianos que llegan a
Chile en busca de nuevas oportunidades, suelen tener estudios medios y
superiores, y en su mayoría tiene conocimientos de español porque lo estudiaron
en el instituto.
Pero el profesor de lenguaje
de la Universidad de Chile, que llegó al país sudamericano hace ocho años
también como inmigrante, explica que en sus clases de español, sus compatriotas
le piden que les enseñe ‘chileno’, el idioma de la calle.
Idioma
de la calle
“Los haitianos trabajan
mayoritariamente en barrios donde no entienden” los chilenismos, como ‘cachar’
(entender), fome (aburrido), pega (trabajo), ‘estoy pal loly’ (estoy mal),
‘echar la foca’ (increpar), ‘irse al chancho’ (abusar, sobrepasarse), ‘sacar la
cresta’ (golpear, pegar).
La pronunciación del español
no le resulta fácil a un haitiano, dice el profesor, que asegura que de todas
formas lo “que nos facilita el aprendizaje es la necesidad”.
Por eso su diccionario, el
“primero como tal” de criollo-español, porque solo ha encontrado documentos que
contienen palabras, frases o expresiones traducidas de un idioma al otro, puede
ser una herramienta “que nos facilite un buen aprendizaje”.
Además, muchos chilenos
también están interesados en aprender criollo haitiano, asegura.
Oleada
migratoria
En los últimos treinta años
ha aumentado sostenidamente el número de migrantes que llega a Chile, donde se
estima que el 2,7% de la población es extranjera.
Hasta ahora, los haitianos
no necesitaban visado para venir a Chile, pero las autoridades han anunciado su
introducción para frenar la llegada de inmigrantes de Haití, mayoritariamente
hombres.
Los haitianos, junto con
colombianos, dominicanos y venezolanos, han desplazado a la inmigración
tradicional de peruanos o bolivianos a Chile, uno de los países más
desarrollados de la región.
“Los haitianos sufrimos
muchas discriminaciones, aunque también hay mucha solidaridad de algunos
sectores”, dice el profesor, que espera que su diccionario pueda servir en
otros países con fuerte presencia de compatriotas.
De hecho, una editorial ya
está interesada en hacer una segunda edición de este diccionario de 122
páginas, del que se han publicado 500 ejemplares, con el apoyo de la
vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile.
por Ana FERNANDEZ
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