Por Nicanor Leyba
La propuesta de crear un Tribunal Constitucional sin potestad para conocer las sentencias de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) puede provocar un tranque en la sesión de hoy en la Cámara de Diputados.
Las escasas probabilidades de una aprobación hoy podrían empujar a enviar la pieza al estudio de una comisión o cualquier otra alternativa retardataria.
La suerte que corra hoy el nuevo órgano constitucional dependerá en gran medida de una reunión que previamente celebrará el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con sus diputados, que son 73.
Como avance, su presidente en licencia, Miguel Vargas, dijo ayer que la modificación que hizo el Senado al proyecto “cercena las atribuciones del Tribunal Constitucional”.
Luego de haber discutido por unos dos años con el presidente de la SCJ, Jorge Subero Isa, ahora el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) coincide con él y se muestra comprometido con la enmienda que introdujo el Senado, que preserva la soberanía de la Suprema Corte sobre sus propias sentencias.
Pero en la Cámara de Diputados la realidad numérica es diferente y la suma no le alcanza para aprobar el proyecto, que requiere de una mayoría especial.
La del Tribunal Constitucional es una ley orgánica, porque tiene que ver con poderes públicos, función pública y procedimientos constitucionales, y, por tanto, requerirá “el voto favorable de las dos terceras partes de los presentes”, según el artículo 112 de la Constitución.
La aprobación de la modificación hecha en el Senado necesitaría 122 diputados, que representan las dos terceras partes de los 183 miembros de esa ala legislativa. El PLD cuenta con 98 diputados propios y otros cuatro de sus aliados pequeños, que suman 102.
En caso de conquistar el apoyo de los 12 diputados reformistas (nueve que ganaron en alianza con el PLD y otros tres por cuenta propia), la causa alcanzaría 114, ocho menos que la votación cualificada.
Ramón Rogelio Genao, vocero de la bancada reformista, favoreció ayer evitar radicalismos y enviar la iniciativa al estudio de una comisión.
La nueva Constitución crea un Tribunal Constitucional, del que habla desde el artículo 184.
El compromiso del PLD
La modificación al proyecto original del Tribunal Constitucional se ha convertido en un compromiso del PLD. Esto se explica no sólo porque la enmienda haya sido aprobada por el Senado, un predio de absoluto control oficialista, sino por la trascendencia que el presidente Leonel Fernández le ha conferido al tema, según reveló el presidente la cámara alta y secretario general del partido de gobierno, Reinaldo Pared Pérez.
Detalló que el mandatario encabezó una reunión para hablar del proyecto, con la participación de él (Pared Pérez), el senador Julio César Valentín, el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez; el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Abel Rodríguez del Orbe; el secretario de la Presidencia, César Pina Toribio, y el procurador general de la República, Radhamés Jiménez.
Sólo se opusieron Rodríguez del Orbe y Jiménez, “después todos estuvimos de acuerdo en la posición que definitivamente aprobó el Senado”, enfatizó Pared Pérez. Sin embargo, no todos los diputados del PLD están en sintonía con la línea.
Una brecha numérica en el camino
La necesidad de 122 votos para aprobar el proyecto aplica en caso de que acudan todos los diputados, pues esa mayoría cualificada está prevista en virtud de la asistencia del día.
Para que una cámara sesione, basta con la mitad más uno de sus miembros, según el artículo 84 de la Constitución, lo que en la Cámara Baja representa 93 legisladores.
Si la oposición se ausentara o acudiera mínimamente el PLD tendría posibilidad de pasar su propuesta, debido a que cuenta con 98 diputados, cinco más del quórum mínimo.
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