Jhon Jairo Velásquez, "Popeye", afirma haber
asesinado a unas 300 personas y coordinado unas 3.000 muertes violentas por
orden de Pablo Escobar.
Numerosos periodistas y un nutrido dispositivo de
seguridad recibieron en la noche de este martes a Jhon Jairo Velásquez a su
salida de la prisión de Cómbita, Colombia, después de casi 22 años tras las
rejas.
Nada más un pequeño indicativo de lo que el exjefe de
sicarios del Cartel de Medellín, que bañó de sangre a Colombia hace más dos
décadas, puede esperar ahora que recuperó la libertad.
"Popeye", como era conocido en el mundo del
hampa, calcula haber asesinado directamente a 300 personas pero
"participado y coordinado alrededor de 3.000 muertes", casi todas por
orden del narcotraficante que más ha marcado la historia de Colombia: Pablo
Escobar.
Y sabedor de los riesgos que corre una vez afuera de la
cárcel de alta seguridad de Cómbita, en el centro del país, él mismo se encargó
de solicitar la protección especial.
Su libertad, que ha sido objeto de polémica en Colombia,
llega después de 22 años tras las rejas pero cuando sólo ha cumplido las tres
quintas partes de su sentencia.
Y para obtener la rebaja "Popeye" no sólo tuvo
que demostrar buena conducta, sino sobre todo colaborar con la justicia, lo que
aumentan los riesgos por posibles venganzas en contra del antiguo lugarteniente
de Escobar.
Opiniones divididas
No será, además, sólo el riesgo físico lo que condicionará
esta nueva etapa en la vida de Popeye, preso desce octubre de 1992.
Para empezar, el antiguo sicario estará sometido a un
período de prueba de 52 meses, durante el cuál tendrá que informar regularmente
sobre todos sus movimientos y no podrá abandonar el país, además de tener que
exhibir una excelente conducta so pena de regresar a prisión.
Y Colombia también está dividida ante la noticia de la
temprana liberación de un asesino confeso vinculado a algunos de los capítulos
más sangrientos en la historia del país.
"Popeye" estará en período de prueba por 52
meses. En caso de mal compartamiento volverá inmediatamente a prisión.
En la lista de crímenes de "Popeye", por
ejemplo, figura el atentado en 1989 contra el vuelo 203 de Avianca, en el que
perdieron la vida 107 pasajeros, así como el magnicidio, también en 1989, del
entonces candidato presidencial Luis Carlos Galán.
También hizo detonar numerosos carros bomba y estuvo
detrás de varios secuestros, como el del expresidente Andrés Pastrana y el
exvicepesidente Francisco Santos.
Y la división de opiniones entre las víctimas directas de
algunos de esos actos refleja parte del debate que la noticia de su liberación
ha generado en el conjunto de la sociedad.
"Me parece que no es tiempo (para que salga de la
cárcel)", le dijo a BBC Mundo Francisco Arellano, el presidente de la
fundación "Colombia con memoria", que agrupa a las víctimas de Pablo
Escobar.
"Pero no porque como víctimas creamos que ha pasado
poco tiempo, sino porque él todavía tiene una condena pendiente. Y cuando uno
tiene una condena pendiente no debería estar libre", aclaró.
"Si alguien en Colombia ha pagado es él. Y además
contribuyó para esclarecer el caso Galán y otros", fue, por su parte, la
reacción de Andrés Villamizar, cuya madre fue secuestrada por orden de Escobar.
clic Lea también: La relación bipolar de Colombia y Pablo
Escobar
Con temor a la
libertad
Por lo pronto, el derecho de "Popeye" a gozar de
los privilegios contemplados por la justicia en caso de colaboración fue
defendido públicamente este martes por el propio ministro de Justicia Yesid
Reyes.
"Yo entiendo que una víctima, un afectado, diga: 'a
mí me parece poca pena'; está en todo el derecho de pensarlo", dijo Reyes
durante una entrevista con la radio local La W.
"Pero de acuerdo con las normas que tenemos en
Colombia, que se expidieron antes de que Popeye cometiera delitos, el señor no
cumplió ni un día menos ni un día más de lo que le correspondía", aclaró.
Y muchos han hecho notar que retos y debates similares a
los generados por la liberación del antiguo sicario de 52 años empezarán a
multiplicarse en los próximos meses, con la inminente liberación de los
primeros paramilitares desmovilizados bajo la ley de Justicia y Paz, que les
permitirá salir de la cárcel luego de solamente ocho años de prisión.
Y, así las cosas, queda por verse hasta que punto
Velásquez tendrá una verdadera oportunidad para reinsertarse en la sociedad
colombiana, tal vez haciendo uso de los conocimientos obtenidos gracias a los
14 diplomados que cursó tras las rejas.
Popeye
O si Colombia, y aquellos que quieran vengarse de él, le
permitirán "contribuir al postconflicto", como en alguna oportunidad
sugirió.
"Algunos quieren que yo salga a robar y a matar para
matarme, y yo no les voy a dar gusto"
John Jairo Velásquez, "Popeye"
"Fui sicario de Pablo Escobar, compañero de celda de
sus peores enemigos, amigo o enemigo de todos los muertos de las guerras
recientes de Colombia. Todo eso me da un conocimiento y unas experiencias que
creo se pueden canalizar hacia algo constructivo", dijo el antiguo sicario
el año pasado, cuando parecía que iba a recuperar su libertad.
"Quiero enseñarles a los jóvenes de Colombia que no
tienen por qué vender sus vidas por un Mercedes-Benz o por los cucos (calzones)
de una reina de belleza, como hice yo. Ojalá que me den esa oportunidad",
le dijo a la revista Semana.
Y poco después también le confesó sus temores a El Tiempo,
en otra entrevista: "Me están ayudando en el área de psicología para que
ese impacto de la libertad no me dé duro. Quiero buscar oportunidades, pero
algunos quieren que yo salga a robar y a matar para matarme, y yo no les voy a
dar gusto", relató Popeye.
"La libertad me asusta, pero voy a luchar por
ella", aseguró en esa oportunidad.
Ahora la tiene. Y lo que ocurra con ella será una prueba
tanto para Colombia como para él.
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